Candidatura de Estado
Candidatura de Estado
Por Aurelio Contreras Moreno
Como la gran mayoría de los aspirantes
morenistas a cargos de elección popular –con sus contadas excepciones-, la
candidatura de Rocío Nahle a la gubernatura de Veracruz solo se sostiene por la
decisión cupular de imponerla a toda costa, y por la acción del aparato del
Estado para favorecerla ilegalmente.
Sin arraigo ni cercanía alguna con la población
–ni siquiera con la de Coatzacoalcos, donde solo eventualmente llega a poner un
pie para “demostrar” su “residencia”-, la política oriunda de Zacatecas depende
por completo del poder de la marca a la que está adscrita: el obradorismo. Es
en lo único que finca su posibilidad real de alcanzar la primera magistratura
del estado de Veracruz. Sin eso, ni en sueños.
Su propio contendiente en el proceso interno
para determinar la candidatura de Morena a la gubernatura, Manuel Huerta Ladrón
de Guevara, se encargó de recordarle en estos días que el ganador de la
encuesta fue él, y que su eventual nominación a la primera fórmula del Senado
de la República se la otorgó el partido a quienes “lograron el más alto
porcentaje en la pasada encuesta y quienes facilitaron la paridad de género”.
Es tan pobre el alcance que tiene Nahle a nivel
de tierra, que el régimen ha tenido que entrar con todo al quite para
empujarla. Y para ello, es más que evidente que alista una elección de Estado
monstruosa, como no se vio ni en las peores épocas de un priismo que hoy
languidece y no ve la hora de terminar de saltar a la “cuarta transformación”
del partido oficial surgido de las cenizas de la Revolución Mexicana, cuya
celebración en la actualidad está ya desprovista de cualquier significado
histórico y solo sirve para la retórica demagógica.
Ya nadie duda que en las campañas que ya
empezaron –violando flagrantemente las normas electorales y hasta las
constitucionales- serán desviados tantos recursos públicos como sea posible
-financieros, humanos y en especie- para favorecer a la ex secretaria de
Energía que no cumplió siquiera con la única encomienda que tuvo en ese cargo:
echar a andar una refinería para dejar de importar combustibles. Peor aún,
pretendió engañar a la población con botellitas de un litro e inauguraciones de
oficinas administrativas para decir que la planta ya funcionaba. Pero de
combustibles, nada.
Para muestra, dos botones. La semana que pasó,
le organizaron a Nahle un acto masivo con los maestros que arrea el ex
secretario de Educación Zenyazen Escobar –que están de lleno en la grilla, pero
que de dar clases y hacerlo con un mínimo de calidad, ni hablar-, prueba de
cómo la “cuatroté” abrazó con singular alegría una de las prácticas más
ortodoxas –y perniciosas- del viejo régimen que juran que ya se acabó: el
corporativismo, el acarreo de un sector o un gremio para que en masa, sin
posibilidad de elección –porque si ejerce su derecho, puede perder hasta su
empleo-, apoye las aspiraciones de politiquillos que ni conoce, con los que no
se identifica y que en nada van a mejorar sus condiciones de vida. Aunque
siempre cabrá la posibilidad de que las empeoren.
Este sábado, Rocío Nahle asistió como “invitada
especial” al faraónico acto político del quinto informe de labores de
Cuitláhuac García, el gobernador que ya no actúa como gobernador, sino como
promotor de su candidatura y que ya le cedió el mando –que en realidad nunca
tuvo- a quien no ve como candidata, sino como patrona.
¿En calidad de qué se invitó a Nahle a un acto
al que solo asistieron representantes de los poderes públicos? Pues en calidad
de candidata, no hay más. Aunque legalmente no lo es tampoco, pues su “cargo”
formal es de “coordinadora estatal de defensa de la cuarta transformación”, que
en términos jurídicos equivale a nada. Fue como la virtual abanderada del
partido en el gobierno para ser beneficiada por ese mismo gobierno. Una
candidatura de Estado, sin más.
El descaro es total y augura lo que está por
venir.
Cualquier
pendejo puede
Envalentonado por la impunidad que cree va a
mantener, el gobernador Cuitláhuac García se lanzó contra uno de los aspirantes
a sucederlo, el diputado federal del PRI José Francisco Yunes Zorrilla,
entrometiéndose sin pudor en el proceso electoral.
Para “responder” a la afirmación del priista de
que en Veracruz se llevará a cabo una elección de Estado, García sacó de algún
lugar un audio donde presuntamente se escucha al ex gobernador Javier Duarte
ordenar el desvío de recursos para alguna campaña, intentando relacionarlo con
Yunes Zorrilla.
Más tardó el fallido gobernador actual en
hacerse el chistoso, que Duarte en responderle en sus redes desde la cárcel,
para deslindarse: “Desconozco el audio que el gobernador @CuitlahuacGJ hace
referencia de mi persona de hechos que ocurrieron hace varios años, en la
actualidad cualquier pendejo puede fabricar un audio con la voz de quien sea”. Y
remató: “les pido no me metan en sus grillas por las elecciones del próximo
año”. Momentos después, borró la publicación.
Y ya. Ése es todo el tuit.
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