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Candil de la calle y obscuridad en la casa

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BITÁCORA POLÍTICA

Candil de la calle y obscuridad en la casa

El gobierno de México envía 885 millones de pesos

– Para becar a jóvenes en Honduras y El Salvador

– ¿Apoco ya no hay pobres en nuestro país?

 

Por Miguel Angel Cristiani Gonzalez

 

¿Cuántos veracruzanos y mexicanos están enterados de que el pasado 27 de julio de 2020, Andrés Manuel López Obrador, presidente de nuestro país y Juan Orlando Hernández Alvarado, presidente de Honduras, firmaron en Minatitlán, Veracruz, una carta de intención para que México donara 30 millones de dólares para frenar la migración y parar la pobreza en el país de Centroamérica?

 

¿Y cuantos más están enterados de que ese acuerdo no quedó en una mera “carta de intención” sino que ya se está cumpliendo?

 

Porque si usted no estaba enterado, El gobierno de Andrés Manuel López Obrador entrega 11,184 becas de Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida en varias comunidades de Honduras y El Salvador para que no migren hacia el norte del continente en busca del sueño americano.

 

El tema -que es muy interesante, diría ya saben quién- es que la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional AMEXCID, dependiente de la Secretaría de Relaciones Exteriores usó 885 millones 661 mil pesos del Fondo México, un fideicomiso que financiar proyectos de energía, transporte, telecomunicaciones, facilitación comercial, seguridad alimentaria, medio ambiente, vivienda y salud, para pagar las becas de Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida en Honduras y El Salvador.

 

La donación de dinero para financiar los programas emblema de López Obrador en Honduras y El Salvador fue aprobada el 20 de septiembre de 2019, por el Comité Técnico del Fondo México, que es presidido, operado y administrado por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), a cargo de Marcelo Ebrard.

 

Y qué bueno que el gobierno de México esté mandando cerca de 900 millones de pesos para repartir entre los pobladores de Honduras y el Salvador, como lo viene haciendo aquí en nuestro país.

 

Por eso es que Pancho López el filósofo de mi pueblo cuando se enteró del tema, lanzó los siguientes cuestionamientos a la generosa actitud del presidente de México López Obrador.

¿No se trata de ser candil de la calle y obscuridad de la casa?

 

Porque que se sepa, aquí en México, todavía no se termina con la pobreza, al contrario, a pesar de los mal llamados programas de Bienestar, cada día aumenta el número de pobres.

 

Apoco ya no hay ninis -los jóvenes que ni trabajan ni estudian- porque no pueden, no porque no quieran.

 

Apoco ya no hay jóvenes en México que están solicitando que les otorguen esas becas de capacitación del programa Construyendo el Futuro, que más bien se debería de llamar Construyendo el Partido.

 

Apoco ya no hay aquí en México pueblos enteros en donde los jóvenes por no tener -ya no un futuro, sino un presente- han tenido que salir de sus comunidades y hasta del país, para buscar sobrevivir.

 

Apoco ya no hay jóvenes y adultos que han tenido que irse a vivir a Estados Unidos para poder encontrar un trabajo.

 

Apoco ya miles de familias no están sobreviviendo gracias a las remesas -dinero- que mandan esos migrantes desde los Estados Unidos.

 

Apoco ya los campesinos mexicanos que lo necesitan están recibiendo el apoyo del gobierno.

 

Apoco ya se ha detenido el número creciente de desempleados, que desde que inició la pandemia, no han recibido ni un peso.

 

Apoco en verdad creen que son millones los mexicanos que están esperando que el gobierno les apoye económicamente.

 

Apoco los programas de Bienestar, como son Jóvenes Construyendo el Futuro o Sembradores del Campo, están llegando a todos los que lo han solicitado.

 

Apoco ya no hay vacantes para cubrir en las empresas que ofrecen capacitar a esos jóvenes para que puedan tener un ingreso.

 

Apoco el tema del apoyo millonario de México a el Salvador y Honduras ya lo trató el presidente en sus maratónicas conferencias mañaneras diarias de dos horas.

 

Apoco le preguntaron a los mexicanos -aunque fuera en una de esas encuestas a levanta dedo que gusta hacer el presidente en sus giras- si estamos de acuerdo en que se manden millones de pesos a repartir entre los pobres de El Salvador y Honduras.

 

Pues si usted amable lector no lo sabía, a los jóvenes del sur, se le provee de un apoyo económico de 180 dólares mensuales y al término de su formación el participante recibirá una constancia de capacitación que acredite y describa la formación recibida y las habilidades desarrolladas, como se hace aquí en México.

“Al 31 de diciembre fecha se cuenta con un registro de 6,538 jóvenes en Honduras y El Salvador, que reciben la beca de Jóvenes Construyendo el Futuro”.

 

Uno de los donativos autorizados al gobierno de Honduras es por 381 millones 920 mil pesos (o 20 millones de dólares) para detonar Sembrando Vida, un proyecto que busca la conservación del medio ambiente plantando árboles maderables y frutales.

Al gobierno de Honduras también le autorizaron una parte de 210 millones 056 mil pesos (unos 11 millones de dólares) para el pago de becas de Jóvenes Construyendo el Futuro en Honduras, un programa social que da empleo por algunos meses a los jóvenes interesados en trabajar en las empresas formales.

 

En tanto, el gobierno de México entregó 293 millones 685 mil pesos (o 15 millones 500 mil dólares) para que echen andar el programa Jóvenes Construyendo el Futuro en El Salvador.

 

Así las cosas con la política internacional de nuestro país, aunque sea de candil de la calle y obscuridad en la casa.