Caso Rogelio Franco evidencia ausencia de autonomía en Poder Judicial
Caso Rogelio Franco evidencia ausencia de autonomía en Poder Judicial
-Complicidad de jueces deja
en claro el uso político y la red de corrupción existente contra la oposición
en Veracruz
Xalapa, Ver., a 19 de agosto
de 2021.- El martes 17 de agosto se ha confirmado la crisis judicial en
Veracruz. Tanto la procuración como la impartición de Justicia, hoy en la
entidad, es una utopía que ha alcanzado un grado victimario de ejecución.
Y no es para menos,
considerando el desastre interno que ha exhibido este Poder del Estado,
favoreciendo intereses perversos que han derivado en cambios drásticos dentro
de su funcionamiento.
Primeramente, con la
imposición de la ahora ex Magistrada Presidenta Sofía Martínez Huerta en 2019,
destituida e inhabilitada año y medio después por el Congreso local, luego de
ser acusada por usurpar funciones del Consejo de la Judicatura, en agravio del
juez Clemente Zorrilla.
Posteriormente, la nueva
imposición desde el Ejecutivo, para colocar a Isabel Inés Romero Cruz, quien se
ha visto envuelta en un clima de manipulación desde el Gobierno estatal para
beneficiar asuntos políticos y no justiciables. Este entorno, en definitiva, ha
enrarecido y nulificado la autonomía del Poder Judicial, ante los ojos de la opinión
pública y las instituciones.
Sin embargo, el caso de
Rogelio Franco Castán, detenido y procesado -según la justicia federal- de
manera “injustificada y excesiva”, se ha convertido en el marco de un conflicto
superior a todo orden Constitucional, de Derechos Humanos y debido proceso, en
el cual, ha quedado al descubierto la impunidad con que se maneja el Poder
Judicial del Estado de Veracruz.
Por ello, en el PRD exigimos
de manera enérgica a Isabel Inés Romero Cruz, presidenta del Tribunal Superior
de Justicia de Veracruz, a que dé manera inmediata y en apego al mandato que le
ha sido conferido como titular de la correcta impartición de la justicia en el
estado; cumpla con los protocolos y termine con la coacción de jueces y
personal judicial, en favor de venganzas políticas.
Veracruz se encuentra sumido
en una crisis de incertidumbre generada por el ambiente hostil y de persecución
hacia figuras que, como Rogelio Franco, representan la voz de la inconformidad,
la crítica y la lucha en favor de mejores condiciones para la sociedad.
Es impermisible continuar
utilizando a los Poderes del Estado como el Legislativo y el Judicial, como
brazos ejecutores en asuntos meramente políticos que, incluso, han alcanzado
ahora a beneficiar ex funcionarios de administraciones pasadas como la de
Javier Duarte.
La nueva vinculación a
proceso dictada contra Rogelio por el juez estatal Gregorio Esteban Nuruega
Velasco, no es una buena demostración de procuración ni de impartición de
justicia expedita. Es la clara muestra de un estado dominado por el
resentimiento, autoritarismo y el pago de favores políticos.
Basta de ser presos de
quienes fueron elegidos pata servir.