Cazarín… ¡a huevo!
Línea Caliente
Cazarín… ¡a huevo!
Por Edgar Hernández*
Con
la complicidad del OPLE y por encima del género, de los binarios, de los
opositores y la ley misma, Cuitláhuac cumplió su capricho de imponer a Juan
Javier Gómez Cazarín en la lista de diputados plurinominales de la próxima
legislatura.
¿Y
cómo no habría de ser así?
Si
es el cómplice, el amigo con derechos, el aliado, el del trabajo sucio, quien
opera desde las cloacas del poder, el incondicional, como dicen los clásicos.
Es
el sin estudios -100 por ciento lealtad y cero estudios ¿O cómo es?-; el otrora
vendedor de autos usados que se sacó la lotería el día que conoció a su mero
cuate en el antro; el de las chelas y mentadas de madre; el del desmadre total,
el vencedor.
Por
qué no habría de imponerse si es el que tumbó a Winckler con una maniobra
jurídica y legislativa que arrojó cero costo político; el que le dio
legitimidad a los nuevos magistrados sacados de la tómbola que ni siquiera
calificaban para jefes de manzana.
Este
amigo, el “Torito” de la película, es el mismo que coronó y destronó a Sofía Martínez
Huerta como titular del Poder Judicial; el de las transas con Aldo, su jefe de
prensa, para auto-chayotearse; el que llevó las talegas a Hueyapan para que su
papá ganara la elección, el del maniobreo electoral y compra del voto para
consumar la paliza a la oposición el 6 de junio.
¿Por
qué habría de ser de otra forma?
Así
son los de Morena, gracias a la caridad del Dios-Peje.
¿O
es que -¡Oh, insensatos!- alguien pensó que el fin de Gómez Cazarín había
llegado cuando todavía le falta el 2024, así como cumplir sus sueños de echarse
unos centavos más a la bolsa y ganar fuero, por si las moscas, para cuando se
vaya el Cuícaras?
Gómez
Cazarín, quien en breve habrá de repetir como Presidente de la Junta de
Coordinación Política del Congreso del estado, será recordado, de hecho ya lo
es, como el principal violador de la norma, de la legalidad, de los buenos
modos, quien rompe el molde de la ancestral tradición de hacer política de
altura.
¿Y
el tejer fino? ¡Eso le vale madre!
El
chiste es entregarle buenas cuentas al patrón y cobrar, como buen sicario de la
política, su recompensa.
¿Qué
le parece si le informo que dispone de una asignación anual que asciende a 726
millones de pesos?
No
es mentira.
El
Congreso del Estado de Veracruz se ubica en el sexto lugar nacional con uno los
presupuestos legislativos más altos durante el ejercicio fiscal 2021, cuyo
costo per cápita es de 113 pesos.
Esos
son los dineros sujetos a la firma de Gómez Cazarín quien, aunque es iletrado,
pone su huella digital para disponer del dinero.
Todo
a cambio de hacer el trabajo sucio ¿alguien lo tenía que hacer, o no? Todo a
cambio de cumplir con el compromiso fijado por el gobierno del cambio que
encabeza Cuitláhuac García, fiel siervo de AMLO.
En
realidad, para ese grupo en el poder todo eso es normal si los espantados somos
los más.
Gómez
Cazarín solo cumple a como de lugar y se acabó.
¿Y
el qué dirán? ¡Por favor! Si estando bien con el Diablo para que necesitas a
Dios.
Así
pues ¡Aleluya! Gómez Cazarín habemus.
¡Vaya
papelón!
Tiempo
al tiempo.
*Premio
Nacional de Periodismo