¡Cero propuestas!
EL
ARTE DE GOBERNAR
¡Cero propuestas!
Por Daniel Badillo
Quizás porque
recién iniciaron las campañas de los candidatos y candidatas a diputados
federales, pero lo cierto es que, hasta ahora, no hay una sola propuesta a
destacar entre el común denominador de aspirantes de todos los partidos,
quienes –a decir verdad- solo han presentado un rosario de buenas intenciones,
de lugares comunes y de ideas genéricas, como el hecho de proponer mantener la
cercanía con su distrito electoral, gestionar apoyos para la población,
dialogar con los sectores de la sociedad, entre otros muchos planteamientos
vacuos, desorganizados y carentes de contenido.
Y es que se
supone; repito, se supone que quienes aspiran a legislar, conocen ya sus
distritos y las necesidades jurídicas que se requiere atender, pues la
principal función de los diputados federales, es precisamente la de iniciar
leyes, decretos y presentar proposiciones ante la Cámara, según indica
textualmente el reglamento de la misma; así como asistir con voz y voto a las
sesiones del Pleno; integrar las comisiones y los comités; participar en sus
trabajos, así como en la formulación de sus dictámenes y recomendaciones;
además, de hacer uso de la tribuna, aprobar los presupuestos del titular del
Ejecutivo, entre muchas otras.
Hasta ahora, no
he escuchado a ninguno de los candidatos proponer, por ejemplo, una consulta
entre los ciudadanos de su distrito, para normar el criterio de su votación en
alguna reforma relevante, que impacte en el desarrollo económico, político,
social o cultural de sus demarcaciones; es decir, que antes de votar a favor o
en contra de alguna ley, se tomen la molestia de venir a preguntar a sus
representados, sí, a sus representados, pues esta es una de las características
inherentes al legislador, cuál es su sentir en torno a la decisión que habrán
de asumir, pues es práctica común que diputadas y diputados voten –al unísono-
por las propuestas que, muchas veces, sus propios partidos les conminan a
aprobar, casi como una instrucción superior.
Es penoso
reconocer que algunos legisladores que hoy aspiran a repetir como tales,
carezcan de la elemental capacidad argumentativa, pues ayer, precisamente, vi
cómo una aspirante a diputada federal de un distrito muy, muy cercano a Xalapa,
de la que me reservaré el nombre por pena ajena, apuradamente hilaba algunas
palabras para justificar su labor como legisladora ante la pregunta de un
ciudadano sobre su trabajo en favor del deporte.
Y es que no basta con ser popular en sus distritos; se requiere,
conocer las leyes que van a reformar o modificar, y en segundo término,
adquirir la habilidad del debate pues allí, precisamente, en la tribuna y
dentro de las comisiones, es donde se habrán de poner sobre la mesa los
argumentos a favor o en contra de determinada propuesta; cierto es que subsiste
una responsabilidad de gestión y de atención a los distritos que pretenden
representar, pero lo fundamental de su labor es la de modificar –para bien,
desde luego- el marco jurídico que rige al país, a través de las leyes.
Sorprende,
insisto, que muchas y muchos de los candidatos no sean capaces de hilvanar una
idea congruente, por lo que los partidos que los postularon como candidatos
debieron capacitarlos antes de lanzarlos al ruedo; es decir, les debieron
explicar cuál es la función de un legislador, sus alcances y límites, pues tal
parece que muchos de ellos estuvieran haciendo campaña para presidentes
municipales al proponer a diestra y siniestra, asuntos que son de competencia
local.
Es justo
reconocer que hay algunos candidatos que ya fueron legisladores y conocen de la
labor parlamentaria, sin embargo, aún en esos casos sigo observando propuestas
muy limitadas y pobres, pues si bien la pandemia modificó la forma de hacer
campaña, ello no impide que los candidatos formulen ideas bien planteadas y
ofrezcan desde ahora, un listado de temas a atender desde el Congreso de la
Unión, independientemente de las comisiones a las que se integren, en caso de
ganar la elección.
La campaña apenas
empieza. Usted como ciudadano o ciudadana, tiene tiempo suficiente para
analizar los perfiles de quienes aspiran a representar a la sociedad como
diputados. Vote de manera consciente y en libertad. Esta elección, sin duda, es
histórica. La sugerencia, muy respetuosa, es que vote por la persona a partir
de su pasado y presente; de sus logros en los asuntos públicos, de su prestigio
y capacidad para ser un digno representante popular que esté a la altura de lo
que demandan los veracruzanos.
NAHLE, SE
APLICA
Generó buenos
comentarios la presencia de la Secretaria de Energía, Rocío Nahle García,
durante la contingencia por el incendio en la refinería Lázaro Cárdenas, en
Minatitlán, para supervisar y estar al pendiente de lo sucedido. Allí expresó
su reconocimiento a los trabajadores que mantuvieron controlado el siniestro,
así como al personal de Protección Civil y bomberos. La funcionaria se mantuvo
en el sitio hasta la madrugada, una vez que había terminado la emergencia. El
que brilló por su ausencia, fue el director de PEMEX, Octavio Romero, del que
nadie se explica cómo es que todavía se mantiene al frente de tan importante
paraestatal. Por lo mientras, se deberá investigar y deslindar
responsabilidades de lo ocurrido en la refinería del sur del estado, que –por
fortuna- sólo generó daños físicos y algunos heridos que fueron atendidos de
inmediato. Bien por la funcionaria federal.