CHABELITA Y SU PROSOPAGNOSIA
CHABELITA Y SU PROSOPAGNOSIA
Línea Caliente
Por
Edgar Hernández*
Cuentan
los malquerientes de Cuitláhuac que cuando le propusieron a Chabelita para
encabezar el Poder Judicial le advirtieron que era imposible entregarle tan
alta responsabilidad.
-¿Por
qué?, preguntó.
-Pues,
señor porque tiene Prospagnosia.
-Ah,
no hay problema, yo tengo lo mismo y ¡Mírenme, aquí gobernando!-, dicen que
respondió.
La
Prosopagnosia es el olvido temporal, el no identificar a las personas
momentáneamente; son lesiones
cerebrales bilaterales provocadas por un accidente cerebrovascular, por un
tumor cerebral y, en menor medida, por traumatismos craneoencefálicos o
infecciones que afectan al Sistema Nervioso Central.
No se sabe si Chabelita o al mismo Cuitláhuac, se
cayeron de cabeza cuando fueron niños y les dio Prosopagnosia, el punto es que
hoy tienen vidas paralelas.
El punto es también que ya con el palomazo del
gobernador, el viernes 23 de
octubre del año pasado fue convocado el pleno del Tribunal Superior de Justicia
a las 8:30 de la mañana, a sesión extraordinaria para nombrar a Isabel Inés
Romero Cruz como titular del Poder Judicial, luego de desconocer a la magistrada
Sofía Martínez Huerta, quien previamente había sido amenazada por el Secretario
de Gobierno, Eric Cisneros.
Isabel, a quien apenas meses atrás le había sido entregada una
magistratura sin contar con la experiencia ni el conocimiento necesarios –aun
cuando ya había sido juez- para incorporarla al Tribunal Superior de Justicia,
de pronto era ungida como magistrada presidenta del Tribunal Superior de
Justicia y Consejo de la Judicatura.
La entrega de la posición estuvo condicionada a que los dineros de la
institución los manejara Joana Marlen, la amiga con derechos más cercana al
Subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero, primo hermano del gobernador
Cuitláhuac García, responsable del manejo de 130 mil millones de pesos,
presupuesto anual del que dispone el gobierno del estado.
Acaso por la presunta Propagnosis que padece o por la conveniencia,
Isabel Romero, “Chabelita” para sus amigos, permitió que las arcas fueran
entregadas a la inexperta, pero vivaz y atractiva Joana Marlen, quien a los
seis meses de gestión llevó al caos al Poder judicial.
Perdió, malgastó o llevó por mal camino 600 millones de pesos, la mitad
del presupuesto anual del TSJ; dispuso del Fondo de Ahorro del Consejo de la
Judicatura que al 2021 alcanzaba los 760 millones de pesos; ordenó el recorte
del 50% de los salarios de los magistrados y se asignaó un escandaloso salario
personal de 180 mil 265 pesos.
En realidad sus emolumentos los tuvo que ir moderando al trascender la
desmesurada asignación salarial.
Así, en julio del 2021 su cheque le llegó por 103 mil pesos; pero en
septiembre ya bien apoltronada al frente de la Dirección de Administración de
Finanzas del TSJ, fijó su salario en 138 mil pesos mensuales que a la fecha
mantiene.
Joana Marlen Bautista Flores, quien hasta hace unos meses era la
secretaria de Eleazar, antes fue empleada del área de crédito automotriz de
Bancomer en Poza Rica, hoy es la responsable del manejo anual de más de mil 200
millones de pesos del Poder Judicial.
Mientras que de Chabelita se siguen contando anécdotas como aquella de
que en su antesala de citas hace esperar hasta once horas a las personas que
acuden a solicitarle su atención.
Y es que se todo se le olvida, incluso intencionalmente para no hacer
servicio o favor alguno.
No así, para sus allegados, ni para los recomendados del diputado Juan
Javier Gómez Cazarín que es quien localiza e inventa a Isabel. Y mucho menos
para acatar arbitrarias órdenes de Palacio de Gobierno como cerrar 29 juzgados
regionales, despedir a cientos de empleados del Poder Judicial y hacer
declaraciones impropias de su elevado rango como calificar de “aberrante” la
derogación del delito de Ultrajes a la Autoridad por mandato de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación.
“Chabelita”, en diez meses tendrá que dejar el cargo por edad. Cumplirá
70 años y por mandato de ley tendrá que abandonar la presidencia del Poder
Judicial, institución a la que ha colmado de descrédito y sospechas de
corrupción.
A Isabel Romero le habrá de tocar transitar el mismo camino que Sofía
Martínez Huerta, quien solo fue utilizada y luego arrojada al cesto de la
historia.
A Chabelita, la Prosopagnosis tal vez le ayude a olvidar su paso por el
Poder Judicial, pero a los veracruzanos no.
Tiempo al tiempo.
*Premio
Nacional de Periodismo