CMAS-XALAPA, LA “CUEVA DE ALI-BABA”, DISPARA SUS TARIFAS HASTA 300%
CMAS-XALAPA, LA “CUEVA DE ALI-BABA”, DISPARA SUS TARIFAS HASTA 300%
No
bien se fue de la alcaldía de Xalapa, Ricardo Ahued, luego de entregar el mando
a Alberto Islas Reyes, un novato ambicioso, que empezaron los abusos, raterías
y cobros indebidos.
El
agua, se convirtió en el botín favorito.
De
siempre se dijo que la Comisión Municipal del Agua Potable y Saneamiento de
Xalapa -CMAS- era la caja chica del alcalde, pero no, en la realidad es la caja
grande de ediles y cómplices.
Así se
observó desde las épocas de Elizabeth Morales y Américo Zúñiga quienes
incrementaron sus fortunas de manera desmedida al imponer a familiares y
aliados en el organismo para cometer sus fechorías.
Hoy, a
doce meses del cierre de la administración de Islas Reyes, va por la
recuperación de lo no ganado dos años imponiendo tarifas de agua hasta en un
300 por ciento en las zonas de Xalapa, digamos las más productivas por su aforo
comercial y habitacional.
Los
nuevos recibos de agua subieron el cien por ciento, pero en perímetros como son
el centro de la ciudad, barrios comerciales de negocios, comida y los centros
habitacionales con mayor crecimiento las tarifas subieron hasta un 300 por
ciento.
Las 55
localidades y su cabecera municipal es Xalapa-Enríquez registran, recibo en
mano, nuevas tarifas cuya justificación oficial es que “son aumentos de acuerdo
a la inflación”.
Concediendo
que es cierto la pregunta obligada es ¿entonces por qué no hay agua? El
racionamiento en temporadas de estiaje es justificable ¿pero todo el año
tandeos?
Ya
mismo, brigadas de inspectores de CMAS recorren la ciudad observando casas
habitación donde rentan cuartos para estudiantes y presumen consumos mayores
para clavarles el diente aumentando las tarifas; fondas y restaurantes son
también objeto de inspección, no por el medidor, sino por la afluencia de
comensales.
Lo
censurable, sin embargo, es que sigue sin haber agua.
Los
locatarios de los mercados, particularmente el Jauregui, se quejan porque todo
el año compran pipas de agua.
Lo
mismo sucede en la zona residencial de Animas y las colonias populares.
En
Xalapa llueve todo el año, pero el agua no está entubada y hay que pagar por
ella a la cofradía de CMAS en donde hay oficinas donde ha trascendido se mueve
el dinero y traslada a sitios específicos.
En sus
oficinas centrales, existe un bunker donde la información del movimiento del
dinero es muy exclusiva y solo interviene un grupo cerrado.
El
caudal de dinero no se refleja en mejoras a la red.
CMAS
se ha convertido en una caja registradora en donde arbitrariamente se aumentan
las tarifas ante el descontento ciudadano que no recibe explicación alguna.
A ello
habrá que insistir en que circule o no a la red el agua -que proviene de
diferentes cuencas hidrográficas, como el río Huitzilapan, el río Pixquiac, y
siete manantiales en el ejido El Castillo- se cobra la tarifa mensualmente.
Hay
colonias populares que la mayor parte del año carecen de agua, pero les llega
el recibo.
Los
comerciantes de la zona del Dique, al igual que los de la Rotonda está cerrando
sus locales al no estar dispuestos a pagar hasta 8 mil pesos mensuales por
cobro de agua.
Y
prácticamente desde que se creó este organismo no hay reporte público sobre
recaudaciones mensuales o anuales.
Es un
secreto que solo el alcalde y sus regidores comparten. Es toda una red de
complicidad.
Mientras
las quejas y amparos crecen.
Es el
Año de Hidalgo del desconocido e inocuo alcalde Alberto Islas Reyes que solo
sigue el ejemplo moreno de gobernar a manos llenas.
Tiempo
al tiempo.
*Premio
Nacional de Periodismo