COLECCIÓN LECTURAS MEXICANAS
COLECCIÓN LECTURAS MEXICANAS
En el
año de 1985, el Fondo de Cultura Económica y la Secretaría de Educación
Pública, se dieron a la tarea de impulsar un gran proyecto editorial con el fin
de promover la lectura entre los mexicanos, esta odisea se llamó Colección Lecturas Mexicanas, misma que
se inició con la publicación de La muerte
de Artemio Cruz, del escritor mexicano Carlos Fuentes Macías. Aunque esta obra
ya había sido publicada por el Fondo de Cultura Económica en el año de 1962 en
la ya famosa Colección Popular, se volvió a difundir en esta nueva colección
con un tiraje de 90 mil ejemplares.
De acuerdo con la SEP,
“Lecturas Mexicanas divulga en ediciones de grandes tiradas y precio reducido,
obras relevantes de las letras, la historia, la ciencia, las ideas y el arte de
nuestro país”. Este proyecto se hizo para conmemorar los 50 años del FCE, y se
utilizaron muchas de las obras del catálogo del Fondo, especialmente lo que
tiene que ver con los grandes escritores mexicanos contemporáneos, a fin de que
los lectores conocieran su obra publicada. Cada número de la colección se puso
a la venta en los puestos de periódicos y revistas a un precio de 15 pesos.
Este proyecto tuvo otra fase,
o sea su segunda parte, misma que se inició al concluir la publicación de los
primeros 100 libros de la primera. En la siguiente fue únicamente la SEP quien
se hizo cargo de los otros 100 números, pero de editoriales mexicanas
diferentes al Fondo de Cultura Económica. Ya aquí la literatura mexicana fue
mínima y se incluyeron obras escritas de asuntos históricos, antropológicos,
sociales. Todos de escritores fueron mexicanos contemporáneos, aunque el tiraje
bajó a 30 mil ejemplares. Cada tomo numerado salía quincenalmente y su precio
terminó en 25 pesos.
Un rasgo importante es que, en
la contraportada de cada libro de ambas series, se encontraba una síntesis de
dicha obra, así como datos referentes al autor del libro. Aquí encontramos, si
no me falla la memoria, gente escritora como: Juan Rulfo, Miguel León Portilla,
Octavio Paz, Rosario Castellanos, Fernando Benítez, Ramón López Velarde,
Edmundo Valadés, Alfonso Caso, José Vasconcelos, Alfonso Reyes, Agustín Yáñez,
Salvador Novo, Mariano Azuela, Juan Vicente Melo, Luis Cardoza y Aragón, José
Revueltas, Juan José Arreola, Jorge Ibargüengoitia, Luis Spota, Luis Villoro,
Daniel Cosio Villegas, entre otros muchos más.
Quienes poseen esta
maravillosa colección de 200 tomos, tienen en verdad en sus manos en bello
tesoro que no tiene precio; pero más aún quienes ya han leído y trabajado
dichos textos, son dignos de ser llamados excelentes lectores. Ojalá que algún
día la autoridades federales, estatales y municipales vuelvan los ojos a los
buenos libros y los difundan u obsequien a quienes tienen ese interés que nada
tiene que ver con las cosas de las redes sociales que enferma la mente humana,
sagare32@outlook.com