Especial

Con motivo del LXX aniversario del Mercado Municipal de Coatepec, Ver. (Primera de tres partes).

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La vista agradable y espaciosa del gran caballete forrado con millares de teja formadas en hileras, semejaba un campo de aterrizaje; desde el cielo azul los zopilotes haciendo malabares, bajaban y se posaban sobre la enorme techumbre a extender sus alas, y con flancos perfectos se acomodaban para darse sus baños de sol. Esta fue la imagen matutina de los alumnos del sexto grado de la escuela Cantonal Benito Juárez hace más de cincuenta años, imagen que quedó grabada en la mente de muchos escolares, que desobligadamente ignorábamos las arengas del profesor.

El mercado es una de las obras indispensables e insustituibles en los pueblos o ciudades; a pesar de los grandes centros comerciales y supertiendas, éstas no podrán acabar con la tradición o la costumbre de llevar la canasta de mimbre y el morral de ixtle; mucho menos de acabar con el regateo del precio de la flor de muerto, la flor de izote, los ejotes o las calabacitas tiernas. El amplio mercado MIGUEL REBOLLEDO, levantado en una gran manzana con sus ventanales que cubren sus fachadas tapizadas de cables, sigue siendo testigo mudo del ir y devenir de la gente que desde hace 14 LUSTROS lo visita y asiste a vender, mirar y a satisfacer una necesidad social en este centro de economía.

Muchas dificultades se tuvieron que vencer para llevar a cabo la construcción del Mercado de Coatepec, ya que como en todos los tiempos, el costo de la vida va por delante de los ingresos del consumidor y aquella época no iba a ser la excepción al querer adquirir el financiamiento necesario para pagar los materiales y la mano de obra. Tras varias gestiones de los ayuntamientos en turno, que afanosamente cubrían todos los requisitos burocráticos, no lograban que la ayuda oficial llegara. Tiempos muy difíciles cuando Don Amando Contreras Blásquez, al frente de los destinos del Municipio, se le hacía un mundo de dinero la inversión, ya que juntar con los tianguistas doce mil pesos tan solo para pagar el terreno, les había llevado un gran esfuerzo y un buen de tiempo, hasta que el Banco Oficial de Obras en el régimen de Lázaro Cárdenas, se dedicó a hacer los estudios necesarios para ver si podía o no soltar la lana. 

Amigos, esta histerieta continuará, no sin antes decirles que “no hay mejor lotería que el trabajo y la economía”. 

¡Ánimo ingao...!

Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz

El DJ, y su jarana, se van de decimeros al Mercado Miguel Rebolledo. Invita a todos. 

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