CONCIBE UNA IDEA Y CREA TU EMPRESA
-La imaginación talento común –
Hugo R. Fernández Campos
Todos hemos pensado en algún momento que ser empresario es un asunto de dinero, así es, sin embargo antes que ello se requiere imaginación.
La imaginación es un talento común y abundante en todos los seres humanos, es una fábrica de ideas, fantasías e ilusiones que nos hacen creer y soñar cuando somos niños y de jóvenes proyectar en nuestra mente la pareja con la que quisiéramos vivir, que lugares conocer, el coche y la casa que quisiéramos tener y en donde nos gustaría trabajar, todo ello de manera ideal nos resulta una fuente de felicidad natural en tanto lo pensamos y lo soñamos.
La pregunta que me que queda después de conocer los puntos de vista de los participantes en mi taller “CONCIBE UNA IDEA Y CREA TU EMPRESA”, -¿En qué momento nuestra imaginación pasa ser más que una fábrica de sueños e ilusiones ser una fábrica de pesadillas, frustraciones, miedo, enojo y de estrés?-
Todo parece indicar que cuando revelamos nuestras ilusiones y sueños en nuestro entorno más cercano, el entorno opina, sin que le haya preguntado, y los puntos de vista van desde el que te felicita y te motiva con emoción, que son los menos, hasta los que te descalifican y te tildan de loco o iluso, que son los más.
Sería fácil ignorarlos y seguir con nuestra ilusión a cuesta imaginando por dónde empezar hacer nuestros sueños realidad. El asunto se complica cuando en el grupo de descalificadores se encuentran nuestros padres, parientes queridos y supuestos mejores amigos. Se supone que ellos querrían lo mejor para nosotros, por lo que se adelantan a descalificar, si quieres ser escultor, pintor, poeta, músico o llevar a cabo un oficio o profesión que simplemente ellos no compartan o que no les guste. Un mar de confusión y duda nos invade, en ese momento nuestra imaginación se vuelve en nuestra contra, nos regaña y apercibe -¿Qué estás loco o de plano eres un soñador empedernido?- Además de lidiar con las aspiraciones profesionales que tus padres tienen para ti, ya sea por tradición familiar o porque simplemente te encargues de cumplir con parte o la totalidad de sus sueños, por supuesto no realizado por ellos.
Esta confusión no es un recurrencia adolescente es una realidad manifiesta en jóvenes y adultos, que por encargarse de atender, en un acto de respeto, las aspiraciones, en muchos casos frustradas, de las personas que nos quieren posponemos las actividades que nos hacen felices y son, sin duda, expresiones genuinas de nuestros talentos y habilidades, que con trabajo y preparación técnica, se convierten en aptitudes de las cuales podemos vivir y vivir bien.
De esta manera descubriendo nuestros talentos, de los cuales me ocuparé en el siguiente artículo, podemos concebir una idea y crear su propia empresa. Como es el caso de mis amigas artistas plásticas que tomaron el taller, Celia Castelán, Blanca Vargas, Irán Soto y Esther Campos que decidieron con su obra plástica poner una tienda de arte objeto en el Restaurante Tachula de Coatepec, Veracruz con diseños únicos y útiles plasmados de arte, expresión autentica de talento. O en su caso el Maestro Hiram Marcor Jazzita, decidió poner una academia de música para niños, así como los jóvenes Kislev Reyes, Erika Martínez, Marlene Rodríguez, Ana Karen Novoa, Iyari Ronzón, Cristian Riverol, Ricardo Mora, Allison Ronzón y David Izozorbe, que también tomaron el taller “CONCIBE UNA IDEA Y CREA TU EMPRESA”, ellos decidieron que la empresa que tomaría sería la política como una actividad noble, con valores éticos de respeto, honradez y responsabilidad, empresa política que representa el arte de resolver diferencias a través del diálogo respetuoso y anteponer el interés público, en la toma de decisiones, antes que el interés individual o de grupo en beneficio de toda la sociedad, así lo expresaron. Debo reconocer que fue renovador escuchar a estos jóvenes y ver sus ojos llenos de ilusión y esperanza, en hacer de la actividad política una práctica honesta y respetuosa. Que así sea.
