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CONCIERTO «EL BARROCO EN LA TRADICIÓN DEL SON»

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CONCIERTO “EL BARROCO EN LA TRADICIÓN DEL SON”

Por Kheyla Priego Arias

Estimado lector este viernes 10 de junio de 2022 se juntaron en el Teatro General del Estado Ignacio de la Llave en la sala Emilio Carballido, artistas de distintas disciplinas, hermanados en el escenario para presentarnos EL BARROCO EN LA TRADICIÓN DEL SON.

Fue notorio que todos los asistentes estaban complacidos.  Hubo aplausos entrañables; incluso el público coreo al final pidiendo más, como no queriendo que estos artistas abandonaran el escenario; no era para menos pues nos envolvieron en una escena idílica y terrenal, fue como presenciar un romance entre la migrante música barroca y el son que cuenta con derecho de nacimiento en los saberes de nuestros pueblos.

Les puedo asegurar que las décimas de Karen García Muñoz, los sonidos de su tarima, acompañada por las arpas de Alejandra Paniagua y Bárbara Cerón, nos permitieron nadar en las rítmicas aguas de nuestras tradiciones. Cuando se les unió el flautista Horacio Franco nos cimbraron con un “Cascabel” y no sabía uno, si los escuchaba a ellos o estaba en medio del Sotavento oyendo exóticas aves bajo el hechizo de una tarima. En medio de este encanto la guitarra barroca de Eloy Cruz, la jarana de Enrique barona, y Leopoldo Novoa con su Marimbon y Jarana,  nos enamoraban, a la vez que nos aterrizaban con los saberes populares de la tradición musical que nos empapa. La bailadora de barroco, Magdalena Villarán complementó dulce y atinadamente las escenas. En cuanto “La Iguana” se materializo en el baile de Omar Bueno, la algarabía se podía palpar en el ambiente, más aun cuando todos en conjunto cerraron con la “Bamba” esta mágica velada.

¡Gracias a los involucrados en la realización de este magnífico concierto!

Los académicos pueden disertar sobre el origen de nuestra música; yo solo sé que los sones en nuestra tierra, son arte vivo y enriquecen nuestra alma, a la vez que nos dan un camino para seguir resistiendo con la frente en alto y por más difícil que sea el día siempre tenemos una décima para no tragar en seco y plantarle alegría a la vida.