CONSUMO DE DROGAS SINTÉTICAS, PROBLEMA COMÚN MÉXICO-EUA
CONSUMO DE DROGAS SINTÉTICAS, PROBLEMA COMÚN MÉXICO-EUA
· Adulteran el fentanilo con nueva sustancia
no aprobada para empleo humano: Clara Fleiz Benítez
Ciudad Universitaria, CDMX, 19
febrero 2025.- En la frontera con Estados Unidos el fentanilo se adquiere por
su alta disponibilidad, está revuelto con heroína (lo que potencializa su
efecto) y por bajo costo: de 30 a 50 pesos la dosis. El síndrome de abstinencia
que produce multiplica la desesperación.
De acuerdo con investigaciones
de campo sobre el consumo de drogas en esa zona, Clara Fleiz Benítez, coordinadora
del grupo de trabajo de Opioides del Seminario de Estudios de la Globalidad, de
la Facultad de Medicina de la UNAM, manifestó que es un problema compartido, un
fenómeno en crecimiento. El ingreso del estupefaciente sucedió “casi de manera
silenciosa”, lo que cambió la vida de quienes se introducen sustancias
psicoactivas.
Se observó, prosiguió, que
“las personas que usaban por vía inyectada la heroína, en las zonas de Tijuana
y Mexicali -consideradas ciudades epicentro del consumo de fentanilo en México-
tuvieron que empezar a reconocer sus características, color, consistencia,
efectos, etcétera, aunado a los casos de VIH y Hepatitis C que se agudizan”.
La también investigadora del
Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, quien trabaja con
organizaciones de la sociedad civil, abundó que el fentanilo en la región
analizada se aplica por vía inyectada, fumada y tomada; casi 90 por ciento de
las dosis son mezcladas con cristal; 75 por ciento de sus usuarios lo hacen
diario, cuatro veces al día. Por su intensidad, dos miligramos pueden ser
suficientes para ocasionar la muerte.
“Los efectos psicoactivos son
euforizantes, o la relajación, sedación somnolencia y bienestar. Empero, el
síndrome de abstinencia conocido como ‘malilla’, es complejo; o en una
‘doblada’, es decir, una sobredosis”, explicó la doctora en psicología social
de la Universidad Nacional, al participar en el Seminario 4 20. “Consumo de
drogas sintéticas en la frontera EUA-México”, organizado por el Instituto de
Investigaciones Jurídicas.
El fentanilo tiene uso médico,
necesario para el manejo de dolor, utilizado en enfermedades terminales; el
estupefaciente clandestino se fabrica en laboratorios sin control de calidad y
se mezcla con facilidad en otras sustancias como heroína y cocaína, aclaró la
también integrante del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores.
Xilacina
En Tijuana y Mexicali, en un
estudio de muestras con rigor de bioseguridad, se encontró un nuevo componente:
la xilacina, relajante muscular anestésico veterinario, de venta con receta y
no aprobado para aplicación humana, que puede inducir mayor estado de sedación,
recordó.
Fleiz Benítez aseguró que la
adulteración del fentanilo con esa sustancia probablemente aumenta la euforia y
la analgesia inducidas, y reduce la frecuencia de las inyecciones. Estos casos
se han presentado solo en Estados Unidos, Puerto Rico, Reino Unido y México.
Según cifras presentadas en su
exposición, de acuerdo con los registros realizados de junio de 2023 a enero de
2024 por la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones, se atendieron 22
urgencias por intoxicación de fentanilo en:
Baja California (7); Sinaloa
(6); Sonora y Quintana Roo, dos en cada estado; Morelos, Jalisco, Oaxaca,
Tamaulipas y la Ciudad de México, un suceso por entidad.
Por año, las urgencias
relacionadas con opioides, según el Informe sobre la demanda de fentanilo 2024
de la referida Comisión, son: en 2016, 469 casos; 2017, 422; 2018, 534; 2022,
713; y 2023, 759.
En ese contexto, Fleiz Benítez
planteó los siguientes retos para las políticas públicas en materia de salud:
prevenir la muerte por sobredosis con naloxona; y promover la recuperación con
terapias asistidas con medicamentos como la metadona. El tratamiento tiene que
ser voluntario, integral, basado en derechos humanos y la atención de
malestares emocionales y traumas.
En lo social, la inclusión de
población vulnerada en políticas gubernamentales; y en investigación, la
creación de fondos para realizar estudios, como el monitoreo permanente de
nuevas sustancias psicoactivas y sus impactos, concluyó.
FUENTE: UNAM