CONVERSATORIOS CON TESOROS HUMANOS VIVOS DE VERACRUZ
CONVERSATORIOS CON TESOROS HUMANOS VIVOS DE VERACRUZ
El
Instituto Veracruzano de la Cultura llevará a cabo un programa de cuatro
conversatorios con las mujeres y hombres portadores del patrimonio
cultural inmaterial de nuestro estado que fueron seleccionados durante la
convocatoria Tesoros Humanos Vivos Veracruz 2023, iniciativa con el
propósito de fomentar el diálogo de saberes y el intercambio de
experiencias entre ellos y sus comunidades. Los diálogos tendrán lugar el
viernes 29 y sábado 30 de septiembre, en los municipios de Benito Juárez,
Naranjos Amatlán, Coahuitlán y Zozocolco de Hidalgo.
Con
fundamento en las Directrices para la creación de sistemas nacionales
de Tesoros Humanos Vivos (THV) de la UNESCO, se otorga esta distinción
a “individuos que poseen en sumo grado los conocimientos y técnicas necesarias
para interpretar o recrear determinados elementos del patrimonio cultural
inmaterial”, un legado que es principalmente transmitido de forma oral y
cuya salvaguarda representa una sólida base para el desarrollo de las personas,
grupos y comunidades. Con el objetivo de reconocer a las mujeres y hombres
adultos mayores Tesoros Humanos Vivos de Veracruz y coadyuvar al desarrollo
sostenible de sus comunidades tendrán lugar cuatro conversatorios.
El
viernes 29 de septiembre a las 11:00 horas vendrá a conversar con su comunidad
doña María Lucía Hernández Hernández, en la Sala de Cabildos del H.
Ayuntamiento de Benito Juárez. Doña María compartirá sus conocimientos en el
ámbito de la medicina tradicional, campo en el que se destaca, siendo una
reconocida partera en su localidad y en otras cercanas. Con setenta y siete
años de edad, sigue asistiendo a mujeres embarazadas y posee un profundo
conocimiento en la curación a partir de plantas medicinales.
Esa
misma tarde a las 18:00 horas, en la explanada Sol Poniente de Amatlán, localidad
del municipio de Naranjos Amatlán, se llevará a cabo un conversatorio con Juan
Hernández Reyes, Don Juan, quien cuenta con una trayectoria de más de
sesenta años en la ejecución y difusión de la música tradicional de la Huasteca
veracruzana. Su lengua materna es el Tének y desde los diez años aprendió a
tocar el violín, convirtiéndose en acompañante de agrupaciones que preservan
las danzas del Rebozo, la Malinche, Candiles, Pañuelitos y Los Negros,
interpretadas durante la celebración del Día de Muertos “An Chemnék Ajíp”.
Gracias a su profundo conocimiento y sabiduría local, ha participado en
diversos festivales y encuentros a nivel local, regional y nacional en la
región Huasteca.
El
sábado 30 de octubre se realizarán dos conversatorios. El primero tendrá lugar
en la Casa del Campesino del municipio de Coahuitlán, a las 11:00 horas, con la
participación de Leobardo Santiago Santiago, músico tradicional.
Don Leo inició su trayectoria musical a los dieciséis años como ejecutante del
violín, instrumento con el que acompañaba los sones rituales de la Danza de las
flores; posteriormente aprendió a tocar la jarana y la guitarra. En la
actualidad interpreta alrededor de ciento ochenta sones de danzas rituales,
tales como Negritos, Moros y Españoles, San Migueles, Toreadores, Malintzi,
Huehues y huapango tradicional.
Finalmente,
el segundo conversatorio se realizará en el municipio de Zozocolco de Hidalgo,
a las 16:00 horas, en la calle Benito Juárez 19, col. Centro, donde el
músico Mateo de Gaona Sánchez compartirá su experiencia con
los asistentes. Don Mateo destaca como campesino y músico guardián de la Danza
de los Quetzales, siendo responsable de preservarla en su localidad. Con quince
generaciones de danzantes que lo preceden, desde temprana edad ha inculcado a
las nuevas generaciones el sentimiento y significado de los sones y la danza,
así como el orgullo de ser parte de un pueblo originario. Sus ocho hijos son
danzantes y elaboran los penachos que son parte fundamental de su indumentaria.
La
experiencia de las personas adultas mayores forma parte de los valores
identitarios que conforman el patrimonio cultural inmaterial de Veracruz. El
IVEC reconoce a aquellas y aquellos ciudadanos de la tercera edad que
resguardan los saberes tradicionales de nuestro estado y participan activamente
en la transmisión de estos a las generaciones más jóvenes de sus comunidades.
Su importante labor fortalece nuestras tradiciones.