Crisis en familia.
Crisis en familia.
Por Psic. Anilú
Arechavaleta González
A través de los tiempos nos queda claro que del núcleo
familiar parten nuestras enseñanzas, valores, formación y en el trayecto del
camino adquirimos conductas y creencias, etc.,, quedando claro que nuestra
existencia estará condicionada por nuestros condicionamientos del inicio de
nuestra vida, sin embargo cabe mencionar que durante todos los tiempos
transitaremos por sucesos y lugares inhóspitos sin saber en ocasiones cómo
actuar, nadie sabe qué vendrá, es decir, que no sabremos todo, pero eso no
significa que no sepamos nada, partiendo de ello cuando se presenta algo,
cualquier evento inesperado, nos encontramos conflictuados en ¿Qué? más que en
¿Cómo?, hacer para resolver la situación que se presenta, allí es donde cada
integrante de la familia utiliza las herramientas, recursos con que cuenta, en
base a lo forjado en sus inicios, valores y enseñanzas los cuales fueron sus
compañeros inseparables, esos recursos internos de los cuales echará mano para
poder afrontar y compartir sus opiniones para la resolución del conflicto.
Se dice que de las grandes crisis se extrae una cosecha
fructífera, relevante y exitosa, de la cual toda la familia recibe ganancias. El
bienestar de todos en general se refleja en lo particular de cada integrante en
felicidad, es donde la huella que dejan los aprendizajes decanta de generación
a generación.
Cada integrante de la familia es resiliente, porque cada
uno por su cuenta y de manera particular toma partido de lo que sucede, por más
terrible que sea, cada uno tiene un papel sobresaliente e importante, desde
sobreponerse al momento, cual sea la adversidad o dificultad que embargue a la
familia, la capacidad de adaptarse, y el cómo adaptarse será mérito de cada
quien, el recuperarse para enfrentar la situación o circunstancia difícil será
a su momento, ello le permitirá desarrollar las estrategias que amerite, siempre
apelando a los recursos internos con los que cuenta.
Partiendo de que ningún problema es eterno, independiente
de las formas en que aparezcan en la familia, las experiencias del inicio
ayudarán a resolver cualquier situación que se presente, aprendiendo de ellas, considerando que de las crisis y situaciones difíciles a
menudo, nos muestran y sobresalen las cualidades con las que contamos los seres
humanos, salen a la luz y es cuando las experiencias, recursos y valores nos
ayudan a crecer. Es necesario recalcar que necesitamos paciencia, pues esto
conlleva tiempo y tolerancia llegar a la tranquilidad anhelada necesita tiempo,
el afrontamiento de los sucesos es doloroso invariablemente nos toma de
sorpresa, la actitud y capacidad de lamentarnos por lo sucedido es lógica y racional,
validando y reconociendo damos paso a la voluntad de acción y toma de
decisiones con serenidad, recordar que todo pasa, nos facilita la vida en toda
ocasión difícil, cuando afrontamos la crisis por la que atravesamos con amor y
atención podemos hacer que todo se torne más fácil. Estando a la altura de lo
que la vida nos presenta, no hay mal que dura para siempre y juntos lo hacen más
fácil.