CRISTO PUEDE CAMBIAR NUESTRAS VIDAS
CRISTO PUEDE CAMBIAR NUESTRAS VIDAS
Pbro. Juan Beristain de los Santos
Necesitamos de los profetas, hombres y mujeres ordinarios
que, con su palabra y comportamiento, nos recuerden que no podemos vivir resignados ante situaciones
que anulen y borren el proyecto de Dios y la vida digna para todos. En este Adviento 2023, debemos renovar el deseo y el compromiso por transformar el
entorno en que vivimos. Conviene que no nos acostumbremos a la resignación ante la situación de violencia, ni que justifiquemos el empobrecimiento de
muchos hermanos que viven con el salario mínimo, la exclusión y la injusticia. De ahí que la llegada de Jesús, el
Profeta, es Buena Noticia para los
más pobres, pero también es Buena Noticia para los que vivimos con algún tipo de
enfermedad o vacío interior.
La presencia del acontecimiento de Cristo no es
primeramente porque Dios necesite de
nuestra alabanza y de reconocimiento, sino que responde a la voluntad del Padre para que los excluidos
reciban la Buena Noticia del Reino. Por
esto, la llegada de Jesús supone el anuncio convincente por parte de Juan, de que
la presencia mesiánica implica un deseo elemental y un compromiso real
para que la vida de todos sea llevadera y la existencia de todos sea más digna, sin costumbres opresoras y sin egoísmos que atenten contra la fraternidad.
Para esto se requiere un nuevo tipo de bautismo, es decir,
un nuevo modo de entrar en relación
con Dios que implique, a su vez, una nueva manera de relacionarse con los demás y con el entorno. Esto sólo lo puede
dar el Espíritu Santo con el que bautizará Jesús, el
Gran Profeta.