La Otra Versión

CUENTOS PARA SER CONTADOS

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CUENTOS PARA SER CONTADOS

René Sánchez García

Dos horas bastaron para leer la más reciente publicación de Magali Velasco Vargas (Xalapa, Ver., 1975) titulado Vientos Machos. Se trata de dieciocho cuentos cortos narrados con un lenguaje tan especial que atrapa al lector desde el inicio, invitándolo a terminarlo de inmediato, dejándolo siempre con un grato sabor de boca. Cada cuento está escrito, no tanto siguiendo al pie de la letra las normas académicas de este género, sino, con una dosis especial de imaginación y creatividad, que sólo las vivencias y los sentidos las pueden otorgar.

Cada cuento es el resultado de lo que la autora en su momento escuchó, leyó, observó, pero sobretodo, lo que vivió en sus viajes a varias ciudades europeas y en Ciudad Juárez (Chih), mismas que combina con los recuerdos de su infancia en su querida y añorada Xalapa, allá por los años ochenta de la centuria pasada. En Vientos Machos, los personajes viven y hablan en boca de la escritora. Son hombres, mujeres, niños, niñas, jóvenes, adolescentes y uno que otro muy adulto, acompañados por animales fieles o por fantasmas mentales que los persiguen.

Los escenarios de los protagonistas son bastante variados. Los encontramos en la ciudad, en la calle, en la estación del metro, en el cementerio, en el bar, en el hogar, en el antro e incluso en un desierto mexicano el norte, por citar sólo algunos. En Vientos Machos, los relatos de los cuentos suelen ser crudos, tal y  como lo es nuestra realidad cotidiana; al igual que los diálogos entre personajes, mismos que son a veces bastante fuertes, pero se dice cada cosa por su nombre común. Ese es el mérito que hace importante al libro de Velasco Vargas, quien por cierto es egresada de la Facultad de Letras de la Universidad Veracruzana y doctorada en la Sorbonne Paris-IV y premiada por sus ensayos sobre el cuento fantástico mexicano.

En fin, me agradaría de sobremanera especial comentar todos y cada uno de los cuentos de Vientos Machos (México, 2013, Ed. Nortestación) como por ejemplo: Usted está aquí, Qué vida la de los pingüinos, Betabel, o Vientos Machos, de la primera parte; o bien: La tarde de los Yaquis, Angelus, Randi, Derecho de casa, o Tordos sobre lilas, de la segunda. Me parece mejor dejar a ustedes la odisea de leer este maravillo libro de cuentos para contar de inmediato.

sagare32@Outlook.com

publicado originalmente el 21 de septiembre de 2015