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Cuesta Mantener un Estado de Bienestar

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Por Armando Antonio Rangel González

A un año del actual gobierno federal, los aliados de la Cuarta Transformación o también llamada 4T, han dado signos de verdaderos alientos por transformar la forma y el estilo de concebir la política en nuestro país, y en especial, el aspecto social a favor de los más desprotegidos.

Desde su campaña avizoraron un número importante de programas sociales que en la actualidad ya son una realidad, “Jóvenes construyendo el Futuro”, “Programas Integrales de Bienestar”, “Programa de Adultas y Adultos Mayores”, solo por mencionar algunos.

Sin embargo, algo que no analizaron y calcularon debidamente, es el impacto económico que representaba mantener estos programas; no quiero decir el costo de los programas, el cual si se elevó del originalmente planteado, sino que me refiero al impacto que representaba la reducción en los presupuestos de otros programas, para lograr la viabilidad financiera de los programas prioritarios.

El Paquete Económico para el ejercicio fiscal 2020, el cual es ya responsabilidad total del actual gobierno, evidencia justamente ese impacto, al verse una reducción en los presupuestos de programas importantes como “Estancias Infantiles”, “Seguro Popular”, “Caminos y Carreteras”, entre otros. Si bien es cierto que esta nueva perspectiva de las cosas significa cambiar de prioridades y representará beneficiar a mexicanas y mexicanos que actualmente no son beneficiarios de algún programa social, también es cierto que las presentes reducciones perjudicarán a otros más que dejarán de recibir los beneficios.

Para el caso de Veracruz en especial, si bien es cierto que dentro de los actuales programas sociales representamos el segundo padrón más elevado a nivel nacional, también es cierto que dentro del proyecto de presupuesto 2020 se encuentran reducciones muy importantes, especialmente en dos rubros prioritarios como lo es la seguridad pública, a través del FORTASEG, así como el sector de infraestructura, donde se observan reducciones considerables que ponen en situación crítica el inicio y la conclusión de obras y caminos.

Las prioridades del actual gobierno representan encaminarnos hacia un Estado de Bienestar que sin duda necesitamos, especialmente dedicado a beneficiar a mujeres, hombres, niñas, niños y jóvenes que a lo largo de su vida no han recibido los beneficios de programas sociales. No obstante, este Estado de Bienestar debe ser analizado a profundidad, en el sentido de cuantificar, lo más acertado posible, su costo y su impacto económico; análisis que considero no ha sido el correcto y que seguramente fue una de las diferencias que se tuvo con el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa.

Es importante que dentro de la revisión al Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, tanto el gobierno federal como las y los Diputados y las y los Senadores, realicen un análisis lo más correcto posible, tomando en cuento cada una de las variables que inciden e impactan dentro de los programas sociales, con la finalidad de darles viabilidad operativa y ante todo social. Lo más importante es que cada personaje, desde su trinchera, trabaje y asuma su compromiso de hacer siempre “lo correcto”.

 

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