Cuitláhuac, “¡Cuelga, y listo; se acabó la extorsión”
Cuitláhuac, “¡Cuelga, y listo; se acabó la extorsión”
Línea Caliente
Por Edgar Hernández*
Solo
alguien colocado en el lugar 30 de 32 de aceptación ciudadana a nivel nacional
es capaz de lucir con tal orgullo su dicho de que la extorsión se acaba con colgar
el teléfono.
Solo
alguien con tal estrechez mental es capaz de sostener tal afirmación.
Solo
quien imagina trenes voladores o imita al Peje hasta en el modo de hablar; solo
quien sostiene que hay que preguntar a su abuela Manuel “aunque ya no vive”, sobre
sus amoríos que hoy revientan en nepotismo y corrupción; solo quien insulta a
periodistas y se niega a la disculpa pública con la reportera Sarah Landa; solo
quien acusa a las barras de abogados de estar ligadas al crimen organizado y
prefiere bailar salsa o chapear camellones en lugar de gobernar… sólo ese tipo
de personajes salidos de la fantasiosa mente de otro peor que él, López
Obrador, es capaz de decir eso y más.
Hay
quien opina que la limitación mental del señor gobernador espanta.
Otros
que Cuitláhuac seguro pensará que si a la victima de extorsión y secuestro le
mandan una cabeza de cochino “deberá hacerse un pozole”.
Acaso
por ello que al enojo empresarial se suma la sorna de Antonio Williams
empresario de Coatzacoalcos en el
sentido de que tiene razón el gobernador. “Si la solución para la extorsión y
el derecho de piso es colgar ¡Y ya! Pues colguemos al gobernador de los huevos…
ahh, pero eso va a ser muy difícil… bueno colguémoslo del pescuezo”.
Preocupa
que alguien, como dice el sentir popular no le funcione la ardilla, que la
azotea la tenga descompuesta, que la única neurona que le funcionaba hasta el
2018 se le murió.
Escribe
el agudo analista político jarocho Rodrigo Barranco Déctor, que en un estado
donde queman negocios a bombazos molotov, el gobernador propone a los
empresarios terminar con las extorsiones con la mágica solución de colgar el
teléfono, “con eso se acabó todo”.
Ahora
entendemos por qué Cuitláhuac acusa a Monreal de “defender delincuentes” como
Del Río Virgen encarcelado por un homicidio que no cometió. Nos queda claro que
la detención de seis jóvenes por tres meses en Pacho no fue más que una
ocurrencia por creer que con cuchillos en mano, pretendían secuestrar a una
persona que nunca estuvo en la escena de la detención.
Nos
queda claro por qué antes de ser gobernador era el “Payaso Cuícaras” que tanto
gustaba al Peje para animar los mítines. Y clarísima la aberrante opinión de
que López Obrador es el mejor presidente que ha tenido México “que es el mejor
de América Latina y el mejor presidente del mundo” cuando hoy mismo en Coatepec
y Poza Rica aparecen mantas de repudio a su gestión presidencial.
Solo
alguien que no piensa –solo tiene ocurrencias- defiende a José Ramón López
Beltrán, hijo del Presidente, en tiempos en que es mejor quedarse callado.
El
problema que hoy afecta a Veracruz y se recrudece en el sur, es la extorsión
presencial “pues nos dejan notas, cabezas de cerdo y balaceras a
establecimientos y eso no es un tema de colgar el teléfono y asunto arreglado,
declara de manera airada Esteban Enríquez España, representante empresarial de
la zona.
Poco
preocupa, sin embargo, al gobernador equivocarse de manera repetida, como si
fuera virtud.
Mañana
lo volverá a hacer y no pasa nada.
Al
igual que la burla popular que provoca su impostado modito de hablar que solo
mueve a la conmiseración más.
Y
esos argumentos –vaya hasta en plena conferencia de prensa olvida los textos de
sus discursos- y las tontas explicaciones de un día reconocer que hay cinco
cárteles y al otro decir que no ve ninguno por otra parte.
“Cuitláhuac
García no es más torpe porque el día no tiene más horas”, escribe de manera
sardónica uno de los más influyentes columnistas de México, Raymundo
Rivapalacio.
Su desgracia es que encabeza el estado más violento
del país, y la desgracia es que es protegido del presidente López Obrador.
Adora a su títere que a su vez es el títere de quienes mueven los hilos del
poder como el “Bola #8” y el responsable de la Seguridad Pública, Hugo
Gutiérrez Maldonado –destituido en el 2016 por la Procuraduría de Nuevo León
por presunta extorsión- quien asegura por ésta que ya no hay carteles
delincuenciales y que todos los días meten a miles de criminales a la cárcel.
Según la consultora GLAC, Veracruz está en el primer
lugar de secuestros cuya tasa por 100 mil habitantes era de 1.87 secuestros,
contra la media nacional, de 0.45.
Hoy, sin embargo, con un “¡Cuelga y listo, se acabó
la extorsión!”
Acaso por ello con razón –o sin ella- la iniciativa
privada opina que a quien deben colgar de los huevos es a quien afirma tal
tontería, aunque en el fondo lamenten que aunque se pudiera “no hay huevos de
donde colgarlo”.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional
de Periodismo