Cuitláhuac ¿Dónde está el dinero?
Cuitláhuac ¿Dónde está el dinero?
Por
Edgar Hernández*
La más grande bolsa de dinero público destinada a
programas sociales está lista, pero para comprar el voto.
No solo son 607 mil millones de pesos federales
–“¡yo tengo otros datos!”- los extraviados en los entresijos de las arcas
públicas de Palacio Nacional, son las participaciones federales de las
entidades gobernadas por Morena donde se encuentra la clave del dinero para
comprar conciencias.
En el caso de Veracruz, aparte de los 2 mil 691
millones sin aclarar recién detectados por la Auditoría Superior de la
Federación, son los subejercicios.
Como es del dominio público, la ley dice que recurso
público que no es ejercido se regresa a la Federación sin devolución posterior.
Es dinero el cual el gobierno federal podría disponer, si es uno es mal
pensado, para el proceso electoral del próximo junio.
Pero vayamos por partes.
En la auditoría de desempeño
2019-A-30000-19-1296-2020, la ASF, consigna un quebranto de mil 963.6 millones
de pesos provenientes del fondo del Seguro Popular por parte de la
administración de Cuitláhuac García.
Entre las irregularidades, la
autoridad fiscalizadora presume que el Régimen Veracruzano de Protección
Social en Salud (Revepss) pagó 295 millones 782 mil 600 pesos a 1 mil 040
“aviadores”.
Asimismo, establece que en la
Secretaría de Educación del estado se paga hasta empleados fallecidos y que
existe un presunto desvío de 300 millones de pesos.
Y aún hay más.
Están perdidos 394 millones en la
Universidad Veracruzana y 118 millones extraviados en la cueva de ladrones del
Congreso del estado por la retahíla de diputados morenos que encabeza Juan
Javier Gómez Cazarín.
Pero olvidemos que eso nunca pasó.
Entonces, ¿Dónde están esos 2 mil
691 millones desviados por Cuitláhuac que alcanzarían para vacunar cuatro veces
a todos los veracruzanos, según denuncia en tribuna de la senadora Indira
Rosales Sanromán?
Y…
¿En qué quedó la compra de las
patrullas millonarias, los moches tras el 92% de las licitaciones entregadas de
manera directa a amigos y compadres y la cuentas sin aclarar de la SIOP por 9
mil millones de pesos?
Pero bueno, seamos generosos.
Olvidemos esa baba de perico de los
casi tres mil millones de pesos extraviados.
Pero que sí nos explique el
inefable Cuitláhuac por qué teniendo en las arcas un presupuesto cercano a los
130 mil millones de pesos anuales, el primer año de su gobierno devolvió 4 mil
039 millones de pesos por subejercicio y con él, municipios como Xalapa, con
tantos problemas y rezagos regresa mensualmente a la federación 10 millones de
pesos mensuales.
Y es que, aun pasando por alto
tanto confusión financiera, sigue sin cuadrar por qué cada fin de año
Cuitláhuac pide préstamos por 5 mil millones de pesos para gasto corriente.
Y ¿Por qué hace un mes, el 5 de
enero, solicitó un crédito por 2 mil 9 millones de pesos a pagar hasta 2024,
con lo cual la deuda pública se disparó a 41 mil millones de pesos a pagar en
las siguientes cuatro décadas?
Tal vez la explicación la
encontremos en que nuestro héroe, el Cuitláhuac de los sabadabas y tacos de
tripa gorda, lo agarraron un poco atarantado a la hora de autorizar tanta
barbaridad y decisiones, digamos abstractas, como esa de mandar remodelar el
estadio de beisbol “Beto Avila” -72 millones de pesos- para congratularse con
su Peje.
Ya son muchas las rapacerías.
Y eso que solo aludimos las
torpezas financieras del 2019, ya que las cuentas del 2020 en breve estarán
listas y agárrense, porque ya con mas conocimiento de los hambrientos morenos
por donde jalar el billete y con la consigna de ganar la elección cueste lo que
cueste, las arcas a estas alturas ya deben estar vacías.
El punto es que son muchos los
billetes embaucados como para aceptar que en Veracruz todo va muy bien y que si
no fuera por Yunes, Duarte Fidel, Trump… y Winckler, estaríamos a toda madre.
Lo cierto es que hoy, de cara a las
elecciones intermedias a sucederse en poco más de 90 días, hay pánico en
Palacio de Gobierno, terror en el Congreso y desesperación entre los morenos ya
que no saben ni por donde retener el poder y transitar de carniceros a reses.
Hoy, como se ha venido adelantado,
no hay tiempo que no se cumpla ni deuda que no se pague y todo indica que al
igual que con anteriores administraciones corruptas, el siguiente destino del
Cuícaras y cómplices podría ser Pacho.
Tiempo al tiempo.
*Premio
Nacional de Periodismo