Cuitláhuac “honesto y limpio”, Peje
Línea Caliente
Por Edgar Hernández*
¡No me ayudes compadre!
Cada vez que Andrés Manuel López Obrador abre la boca para defender a Cuitláhuac García Jiménez, la cascada reprobatoria de buena parte de los veracruzanos se recrudece.
Por décima ocasión en los últimos 18 meses el presidente de la República se mal ocupa en defender al gobernador de Veracruz sin considerar ¿o será deliberado? que la opinión pública, cual Fuenteovejuna, le va a echar en cara la falsedad de sus atrevidas afirmaciones.
Sobre todo en el solar veracruzanos en donde en el día a día se sabe que Cuitláhuac ni es “bendito”, ni es “gente honesta”, ni es “limpio”, que desvía recursos por la vía de las “empresas fantasma” y que a la opinión pública le tiene sin cuidado que el Peje esté “contento con el trabajo de Cuitláhuac”.
Vox Populi, Vox Dei.
Y es que en los hechos la ciudadanía ha conocido al detalle desde el arranque de la actual administración, los actos de nepotismo, al igual que las repetidas denuncias de actos de corrupción en la compra de medicinas, patrullas y ambulancias, desayunos y despensas para el DIF, los moches de obra pública que obliga el Cartel de SIOP, las transas en el sector agropecuario y lo más reciente, las empresas fantasma de la SEV.
Para el pueblo veracruzano que lleva la cuenta de lo cotidiano bien sabe que la otra forma de corrupción es la ineficiencia.
Difícil, por tanto, pasar por alto la inseguridad pública; estar colocado la entidad en el segundo lugar en feminicidios –hasta el mes anterior por 16 meses fuimos el primer lugar-, así como la presencia de seis Cárteles del crimen organizado reconocidos por el propio gobierno del estado.
Imposible echar al saco de la historia la ausencia de justicia para el esclarecimiento de 28 asesinatos de periodistas, incluidos tres en la presente administración rodeados por la sospecha de la fabricación de culpables.
La economía por los suelos, el empleo recrudecido por la pandemia, el turismo en cero a pesar de la apertura de las playas de Poza Rica y Papantla que solo existen en la mente de la titular de turismo, Xochitl Arbesú Lago.
La deuda pública oculta, bajo siete llaves ¿Cuánto debemos, cuántos empréstitos se contrataron entre 2019 y lo que va del 2020?.. Y esa señalada ineficiencia gubernamental para contener la pandemia de Covid-19, lo cual nos ha colocado como la tercera entidad con más casos de contagios y muertes.
¿Se puede ser “honesto y limpio” cuando Veracruz vive un estado de ingobernabilidad y molestia de parte de empresarios, trabadores y la gente del campo?
¿Es posible estar “contento” como lo está el Peje con la imposición de impreparados y truhanes en la administración pública estatal como es el caso de la Fiscal Verónica Hernández, ligada familiarmente al crimen organizado?
Y, para el orgullo Veracruzano ¿es posible pasar por alto que nuestro encomiado gobernador esté colocado entre el los últimos tres peores gobernadores cuando históricamente hemos sido el orgullo de la república?
La 4T vive un mundo bizarro.
Lo que ellos ven como blanco, los más lo ven como negro y lo que consideran una bendición los que estamos en algo parecido al infierno, observamos lo contrario.
Lo peor es que esto va para largo.
Las ocurrencias no terminarán si bien nos va hasta el 2024. Morena sostiene que llegaron para quedarse al menos 18 años.
Habría que ver, sin embargo, si de igual manera piensa la ciudadanía que está hasta la madre de todo lo que huele a chairos. El reto está en atajarlos el año próximo en la jornada electoral para renovar las alcaldías y los congresos nacional y local.
Que gane la oposición sería como cercenarle los brazos a la Cuarta Transformación como paso previo al retiro de las posiciones de poder y al aparato de gobierno que nunca supieron cómo echar a andar.
Veremos que dicen y hacen los honestos y limpios morenos que tienen el recurso, dinero por miles de millones y que si bien no son inteligentes, tienen el poder.
Nada saben de democracia y gobernabilidad pero bajo la sombra de la izquierda están listos para el arrebato.
Mientras tanto, lo mejor que podría suceder para no seguir encrespando a los veracruzanos es que el Peje se quedara callado. En poco ayuda estar con la misma cantaleta en favor del “bendito” Cuitláhuac García.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo