Cuitláhuac solapa el nepotismo de su gobierno
Línea Caliente
Por Edgar Hernández*
¡Defiende a su impresentable Secretaria del Trabajo con fechas falsas y afirmaciones engañosas y sesgadas!
¿Cómo va aquella sentencia de Abraham Lincoln de que puedes engañar a todo el mundo algún tiempo, puedes engañar a algunos todo el tiempo, pero no puedes engañar a todo el mundo todo tiempo?
Es un refrán que bien aplica a nuestro intrépido gobernante Cuitláhuac García, quien le apuesta a la desmemoria colectiva alterando fechas, hechos consumados y versiones fidedignas para solapar el nepotismo que ha permeado en la mayor parte de las oficinas de gobierno, incluso en su propio entorno familiar.
El caso de la titular del Trabajo, Guadalupe Argüelles Lozano no hizo más que destapar la caja de pandora que esconde las ilegalidades que se han venido sucediendo al interior de la administración pública estatal.
Y es que por más que intenta Cuitláhuac maquillar a la institución no hace más que destapar la cloaca de la más abierta y descarada violación a la ley que registra su gobierno.
La historia de corrupción se destapó a principios de enero cuando una denuncia periodística del colega Juan Pablo Armas revela que la funcionaria tiene en nómina a buena parte de su familia “destacando en primer término a su hija Quetzalli, a su yerno, a su tío, a su hermano, a la esposa de su hermano y a su sobrino”.
Días después en este espacio de “Línea Caliente” se da cuenta que la misma práctica de la Secretaría del Trabajo es aplicada en prácticamente todas las dependencias de gobierno comenzando por el primo hermano del gobernador, Eleazar Guerrero, quien tiene bajo su responsabilidad el cuidado el presupuesto 2019, que asciende a 128 mil millones de pesos.
Le siguen en tan gananciosa escuela la “Cofradía de la Mano Caída”, los titulares de Educación, Salud, el DIF y Finanzas hasta cubrir prácticamente todo el sector gobierno.
En ambas colaboraciones periodísticas se destaca que la cruzada en favor del nepotismo arrancó desde los primeros días de diciembre del año anterior justo cuando los morenos recibieron las oficinas y empezaron a exigir las renuncias de todas las posiciones llamadas de confianza.
Ahí, en esa oleada, entró Quetzalli.
Empleados de la propia oficina –que fueron los primeros en hacer público el hecho- dieron cuenta que el orgullo del nepotismo de la secretaria del Trabajo, desde diciembre ya daba órdenes en el área jurídica.
El gobierno del estado, sin embargo, no le dio crédito a la denuncia periodística –como está sucediendo ahora con la violación a la autonomía del Colver- hasta que el escándalo empezó a crecer en las redes.
Para contrarrestarlo, 105 días después, de manera inopinada abre la boca Cuitláhuac.
En efecto, el primer encubrimiento lo da el propio gobernador al declarar hace unas horas -5 de febrero- que Quetzalli nunca laboró en la Secretaría del Trabajo, que la madre pretendía dar cargo a su hija, pero que “nosotros le hicimos la observación a tiempo”.
La “observación”, sin embargo, seguro no le llegó al correo de la colaboradora quien en una grabación hecha pública de manera simultánea al dicho del gobernador, afirma que había tomado la decisión de “nombrar –a Quetzalli- en el área de amparos porque reunía los requisitos para obtener el empleo”
“Es mi hija y no por ser mi hija está ahí, sino porque es parte de esta transformación”, defendió la Secretaria del Trabajo echando de cabeza a Cuitláhuac.
Conclusión ¿Quetzalli, trabaja ahí o no? ¿Debemos creerle al gobernador o a la mamá? ¿Será que Cuitláhuac nos quiere agarrar de pendejos?
El tema, sin embargo, va más allá de las verdades a medias o mentiras completas. El sesgo informativo que da el mandamás para defender a su colaboradora no aclara si le aconsejó que también despidiera al resto de su familia incrustada misma que está dada de alta en cargos de jerarquía diversos.
Pero además ¿Esa misma recomendación la hizo –aunque sea 105 días después- a sus secretarios y titulares de dependencias y se miró al espejo para decirse a sí mismo “¡Veo que tú también tienes a tu familia en jugosos cargos por lo que te recomiendo los corras!”?
De paso le recordó al de salud, Ramos Alor que es de lo más ridículo e ilegal que tenga al novio como asistente particular para que le sirva el café en la oficina y a diez familiares más.
Y que Zenyazen no puede tener a la parentela oculta en jugosos cargos distribuidos en la entidad, ni hacerse la socarrona la titular del DIF, Verónica Aguilera Tapia, teniendo a la familia en puestos clave.
O Sedecop, donde se ha descubierto que Claudia Pacheco, Jefa de la Unidad Administrativa por órdenes del titular Pérez Astorga, rasura los salarios de la planta de trabajadores para dárselos a familiares y recomendados argumentando “Estímulo al Destacado Empeño”.
Es el descaro total.
Cómo esperar pues, que la opinión pública no se dé cuenta en el día a día de nuevos casos de nepotismo en el gobierno si son los propios empleados quienes llevan a las redes la información que les ofende y daña su economía.
Está bien que el nepotismo es el sello de la casa del omiso gobernador pero o se guardan las formas o se ataca de raíz.
No puede ser que encima que vivimos un gobierno de ocurrencias y desatinos, un gobierno que no le atina a nada, tengamos que padecer a la ilustre descendencia de quienes nos gobiernan.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo