DANTE, RIDÍCULO
DANTE, RIDÍCULO
Salvador
Muñoz
Los
Políticos
“Lo hemos
perdido!”, “Ridículo!” y “Payaso!” fueron algunas de las expresiones que me
hicieron llegar con respecto a un promocional de Dante Delgado Rannauro, donde
aparece con gabardina y sombrero negro “de medio la’o”, parafraseando a Rubén
Blades.
Después
de ver la imagen, así como los videos respectivos de los promocionales de
Dante, en lo particular, realmente no veo “perdido” al dirigente de Movimiento
Ciudadano, ¡al contrario! Sabe lo que quiere y lo mejor de ello, es que lo
alcanza, lo logra… hizo que todo México volteara a verlo, a ver a su partido… a
que hablaran de él, de su partido…
¿Ridículo
y Payaso? Es posible que lo sea… ¡claro que lo es! ¡Lo es para esos que están
escondidos! Que están a expensas de lo que diga uno o lo que diga el otro…
Dante se atreve sencillamente a hacer lo que a los otros les da miedo por temor
precisamente a eso: “al qué dirán” cuando es precisamente eso lo que quiere
Dante: ¡Que digan! ¡Que hablen! Sea para bien o sea para mal… pero Dante ahí
está, capaz de todo para hacerte voltear…
¡Vamos!
Dante con sus fosfo fosfo, con su gabardina y sombrero negros, mandando
mensajes misteriosos, trayendo de vuelta a un Yuawi que se niega a crecer (¿o
estaba muy chiquito?), genera más expectación que Rocío Nahle y Pepe Yunes
arriba de un ring con discursos triunfadores; una vendiendo Continuidad y el
otro, su Acta de Nacimiento…
Pueden
decir lo que quieran, pero ambos, Nahle y Pepe, brincos dieran por tener al
equipo de marketing político que tiene Dante.
Sí,
efectivamente, Dante está lejos de representar lo Nuevo de la política, pero
sabe entreverar juventud con su experiencia. No le teme a lo nuevo.
Sabe que
hay políticos y partidos que siendo jóvenes, parecen viejos, porque su política
es rancia y lo peor, es la misma de hace más de 20 años, de todo un PRI… quizás
por eso Movimiento Ciudadano es un partido de jóvenes sostenido por viejos
lobos de mar, con colmillo retorcido, con experiencia acumulada, que viven su
presente sin tener que llorar los tiempos idos; por eso, Dante se da la
licencia de enfundarse en una gabardina y sombrero negros, en tenis fosfo
fosfo, o jugarle al misterioso, para atraer la atención de quienes ya están
hartos de ver la misma política de siempre, las mismas caras de siempre, los
mismos personajes de siempre… Sí, Dante puede ser ridículo, pero hay otros que
desde su ostracismo, prefieren vejetar, así, con Jota… porque su espíritu
envejeció con su pensamiento.