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De Fiscal espuria a Fiscal impuesta

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Por Edgar Hernández*

 

¡Burdo dedazo en favor de Verónica Hernández!

Sería interesante saber cuáles son las virtudes académicas, profesionales o de alguna índole que posee la ex “Reina de Belleza” de Santiago Tuxtla, Verónica Hernández Giadáns para que el gobierno que encabeza Eric Cisneros, perdón Cuitláhuac García Jiménez, -¡Ese maldito Alzhéimer!- pretenda imponerla a como dé lugar como Fiscal General de Veracruz por la vía del dedazo.

Y es que al concluir la pantomima que involucró a 21 aspirantes altamente calificados quedó muy claro lo que siempre se supo, imponer a una Fiscal Carnal al servicio del “buen gobierno” veracruzano hoy tan distante del espíritu de una Fiscalía autónoma.

Poco importó su ilegitima llegada como provisional a la Fiscalía; el no haber realizado el examen de confianza y, fundamentalmente, carecer de experiencia alguna en materia procuración de justicia ya que su origen profesional es como empleada de una Notaría.

 

De nada valió el conflicto de intereses que le representaba estar ligada familiarmente al Cartel de los Zetas, ni utilizar la plataforma de la Fiscalía para comparecer ante los diputados o lucirse como la mejor apoyada en su oficina cuando lo legal y ético era solicitar licencia para contender en igualdad de circunstancias con los otros aspirantes.

Luego, esa descarada afirmación del Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Juan José Gómez Cazarín, de hacer pública su preferencia y voto legislativo por Verónica, quien al arranque del sexenio se liga con el Secretario de Gobierno, Eric Cisneros, para obtener como ganancia nueve años de empleo de primer nivel en oficinas de lujo, suburban blindada de cinco millones, 21 guardias personales y un ejército de servidores que medio le saben para justificar su chamba.

Gómez Cazarín, un torpe con poder, al entregar su voto a Verónica en abierto marcó línea y en esa tesitura ¿por qué el resto de la bancada Morena y los traidores con embutes de cinco millones cada vez que levantan el dedo, habrían de oponerse a que fuera la Fiscal”.

Ese pues, ha sido el teatro selectivo es donde juega la espigada dama hoy objeto de improperios y descalificaciones en las redes sociales.

Es la misma que por sus pistolas, se cuelga medallitas que no le tocan al presumir diálogos inexistentes con los colectivos cuando aún se recuerda esa graciosa huida el pasado 3 de diciembre en Orizaba en compañía de Cuitláhuac para evadir a las familias de desaparecidos de la zona de las Altas Montañas.

Son estrategias para evadir la incompetencia. La misma que se utiliza para no resolver a cabalidad los asesinatos de periodistas cuyas investigaciones como la de la colega María Elena Ferral se quedan a medias o mediáticos.

¿Y, qué decir del rezago en las investigaciones ministeriales?

Tan solo en la lucha en el combate a la corrupción mil 500 carpetas de investigación duermen el sueño de los justos al igual que cientos de denuncias del sector empresarial por el “cobro de piso” y acciones delincuencias que datan de una década atrás.

“De cada 100 carpetas de investigación cinco van a juicio”, afirma el abogado aspirante a Fiscal, Margarito Ramos Gómez.

Abrir la convocatoria para aspirar a ser el abogado de 8 millones 200 mil veracruzanos e invitar a concursar a juristas de alto prestigio, a constitucionalistas veracruzanos de corte nacional, a prestigiados abogados con toda una vida en la procuración de la justicia, sí como caras nuevas sin la sombra de la corrupción para terminar burlándose de ellos, es una ofensa para Veracruz.

Es una total falta de respeto para las Barras y Colegios de Abogados, así como para esa veintena de aspirantes, algunos de los cuales desde el inicio sospecharon que los dados estaban cargados y que no había “piso parejo” en el proceso de elección.

La imposición de la multicitada aspirante si bien refleja una práctica común en la política no quiere decir que sea lo correcto para la vida institucional de Veracruz.

Habrá que insistir además en el poco cuidado de las formas de hacer política. “La forma es fondo”, sostenía el ilustre veracruzano Jesús Reyes Heroles.

Los morenos son lineales, previsibles, con juegos bobos y de tosquedad para el arte de la política. Son la versión tercermundista inculcada por su patrón, el Peje, primer obtuso del juego de poder.

Esa es la explicación del actuar de Morena y sus dirigentes, entre ellos por supuesto, Cuitláhuac García Jiménez, todos convencidos de que son una chingonería, cuando en los hechos con sus decisiones atropellan el curso de la vida pública y la ciudadanía misma.

Pero en la realidad eso poco les importa. Fieles al manual, como a la vieja usanza, ellos mandan y si se equivocan ¡vuelven a mandar!

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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