¿De qué país habla la élite dominante?
Pedro Peñaloza
“La gran diferencia entre un gato y un mentiroso,
Es que el gato tiene apenas siete vidas?”
Mark Twain
1. La mezquindad de los ricos. Resulta que el Grupo México reconoce activos cercanos a 21 mil millones de dólares y ventas totales de 9 mil 357 millones de dólares (ambas cifras corresponden al cierre de 2013). Sin embargo, ahora se sabe que dicha empresa entrega a sus trabajadores «mascarillas de papel», por lo que éstos aspiran «dosis 10 veces mayores (de sílice de cuarzo) al límite máximo de exposición permisible en México». (La Jornada. Carlos Fernández Vega. 17/09/2014). ¿Y qué carajos hacen las autoridades laborables y sanitarias para detener semejante atentado a la salud de los obreros?
2. Contrastes insultantes. En tanto la riqueza de las minorías se muestra en todos lados, algunos datos nos muestran una realidad que se pretende minusvalorar en medio de discursos motivacionales y de grotescos reflejos patrioteros.
En México 28.6 millones de personas se ubican en el empleo informal; tan solo en las empresas e instituciones de Gobierno hay más de 6 millones de trabajadores que no están bajo ningún esquema de protección social, según la propia Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Los niveles más altos de informalidad se presentan en jóvenes de 14 a 24 años de edad, con una tasa de 69.4 por ciento; y cuando este segmento ingresa al mundo laboral reciben menos de 5 mil pesos de salario y más del 60por ciento no cuenta con prestaciones. Dicho grupo de edad labora 40 horas o más a la semana, es decir, una jornada laboral completa. Sin embargo, 7 de cada 10, perciben de 1 a 3 salarios mínimos y sólo 2 de cada 10, reciben de 7 a 10 salarios mínimos mensuales. Un dato relevante es que 7 de cada 10 jóvenes se desarrollan laboralmente en el sector de servicios y menos del 15 por ciento, lo hace como profesionistas o técnicos profesionales (Véase el informe en el portal http://www.sij.unam.mx/index.php).
3. Capital extranjero y abuso consentido. Los procesos de globalización excluyente y de expansión de los monopolios extranjeros en México, tienden a convertir al país en un simple paraíso de ganancias y un ejemplo de expoliación financiera.
Daniel E. Nolle, ex economista principal de la Oficina de Control de Moneda de Estados Unidos, ha declarado recientemente que «la alta concentración de capital extranjero en la propiedad del sistema bancario, en donde las firmas extranjeras tienen 70 por ciento del capital, uno de los más altos porcentajes del mundo, no auguran nada bueno para el aumento del crédito a las empresas que han mostrado ser uno de los motores del crecimiento económico». Es decir, incluso desde las miradas no necesariamente progresistas y menos de izquierda, se observa el entreguismo y el abuso en el manejo de las variables económicas y su impacto en el desarrollo interno de nuestro país.
Epílogo. Nnada gratificante. Frente a las toneladas de millones de dólares que se embolsan capitalistas nacionales y extranjeros, las políticas públicas siguen estando prisioneras de lógicas reducidas y mediocres, que por supuesto, subrayan el carácter subdesarrollado y periférico del modelo de desarrollo mexicano. Un ejemplo ilustrativo de ello, lo es el presupuesto que se destinará a Ciencia y Tecnología para 2015, que ascenderá a 88 mil 54 millones de pesos. Pregunta provocadora y masoquista: ¿qué porcentaje representa ésta cifra frente a los 8 mil billones de dólares (la mitad del PIB) que se embolsa la alta burguesía, colocada en los dos primeros deciles del esquema distributivo del país? Haga el cálculo estimado (a) lector (a), quizá le duela. Quizá.
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