DELYANA LAZAROVA EN SU DEBUT CON LA ORQUESTA SINFÓNICA NACIONAL
DELYANA LAZAROVA EN SU DEBUT CON LA ORQUESTA SINFÓNICA NACIONAL
- Ofreció la agrupación una primera sesión de un
concierto formado por obras de Dobrinka Tabakoba, Schubert y Prokófiev,
titulado Música y esperanza
- Segunda sesión, este domingo 20 de octubre a
las 12:15 en el Palacio de Bellas Artes
En el concierto que ofreció el viernes 18 de octubre, en la Sala
Principal del Palacio de Bellas Artes, la directora búlgara Delyana Lazarova
regaló al público una vibrante noche de debut en México como directora huésped
de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), con un concierto que, bajo su encanto
y temperamento, resultó igualmente conmovedor y exitoso.
Invitada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el
Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la
Orquesta Sinfónica Nacional, la directora de orquesta fascinó igualmente a los
integrantes de la agrupación en el marco del programa Diálogos de
la OSN, bajo el título Música y esperanza.
El programa lo conformaron el estreno en México de Fantasía
homenaje a Schubert, de Dobrinka Tabakova (Bulgaria, 1980), acompañada de
dos de las obras del repertorio universal más reconocidas: la Sinfonía
núm. 5 en Si bemol mayor, D. 485, Franz Schubert (1797-1828), y la Sinfonía
núm. 5, Op. 100 en Si bemol mayor, de Sergéi Prokófiev (1891-1953), que en
conjunto dieron vida a una noche intensa de emociones, vivas y aplausos para la
directora huésped y la Orquesta.
La primera parte del concierto ofreció también la oportunidad de
apreciar en su esplendor la enorme cortina de metal del Palacio de Bellas
Artes, pues una OSN conformada solo por sus secciones de cuerdas inició la
sesión con el estreno en México de Fantasía homenaje a Schubert, de
la también joven compositora Dobrinka Tabakova.
Música y esperanza fue lo apreció el público en esta primera
obra: la esperanza de que sería una gran noche y un excelente concierto. Con
esta creación con la que la compositora vio cumplido su sueño de rendir
homenaje a un compositor que desde su formación había admirado, Delyana
Lazarova mostró, de manera apacible, la manera de reflejar las características
que –según la compositora– definen la música de Schubert: sinceridad y
pureza; una música muy humana y honesta.
A este estreno le siguió, igualmente frente a la cortina de metal y con
una orquesta a la que se le agregó a las cuerdas solo algunos instrumentos de
aliento -una flauta, dos oboes, dos fagotes y dos cornos–: la Sinfonía
núm. 5 en Si bemol mayor, D. 485, de Franz Schubert, la cual permitió
conocer un cada vez más revelador temperamento de la directora huésped:
enérgico, preciso, alegre, gozoso, destacando su contundencia para comunicar
los sonidos requeridos para expresar los objetivos de la música de Schubert:
bohemia, amigable, sociable.
La segunda parte del programa, ya con la OSN ocupando en su totalidad el
escenario del máximo recinto del arte y la cultura de México y con la orquesta
completa en toda su magnitud, vino lo que sería un final portentoso y que
mostraría a una directora huésped en toda su capacidad: la Sinfonía
núm. 5, Op. 100 en Si bemol mayor, de Prokófiev.
Considerada por el propio compositor ruso como » la culminación de
un largo periodo de mi vida creativa, la concebí como una sinfonía sobre la
grandeza del espíritu humano», la quinta de Prokófiev llevó a una plena
comunión tanto a la directora huésped y a la orquesta y ambos con el público.
Aquí, si bien la directora huésped recibió un aplauso que se prolongó
varios minutos, el momento parecía no terminar, toda vez que el público también
ovacionó generosamente a cada una de las secciones orquestales, a petición de
la directora, en especial a la portentosa sección de percusiones.
Afortunadamente para el público, este inolvidable concierto tendrá una
segunda sesión el domingo 20 de octubre a las 12:15 h en la misma Sala Principal
del Palacio de Bellas Artes.