DEMOCRACIA O AUTOCRACIA
DEMOCRACIA O AUTOCRACIA
Martín Quitano Martínez
En
un sistema democrático nadie está en posesión de la verdad absoluta, el
pluralismo político es absolutamente imprescindible y
uno de los valores más importantes de la vida política
es
la confrontación de los programas y las ideas.
Adolfo
Suarez
La
larga jornada de décadas, de los esfuerzos nacionales por encontrar las rutas
que rompieran los comportamientos de partido casi único y que como sociedad nos
dotaran de instrumentos y reglas para una convivencia política alternativa,
parece que ha encontrado un techo que nos enfrenta a la disyuntiva de una
regresión. Algunos datos que muestran lo anterior son los de la encuesta de Pew
Research Center realizada en 24 países, en los que México es puntero como país
que apoya a la autocracia, pues entre 2017 y 2023 incrementamos del 27% al 50%
el apoyo a tal opción, convirtiéndose en un problema serio para la construcción
de valores e instituciones democráticas, pues podemos observar sus resultados.
El
claro asedio y la ramplona descalificación de los logros e instituciones democráticas
construidas, no va en el sentido de mejorarlas o perfeccionarlas, sino de
debilitarlas o de plano destruirlas para restaurar procesos de centralización y
discrecionalidad gubernamental que se pensaban superadas.
Resulta
revelador que dos factores se presentan como determinantes para una mayor
preferencia de la autocracia: bajos ingresos y menor educación. De los 24
países encuestados, en 11 con menos ingresos y en 15 con menos educación la
gente apueste a la autocracia, favoreciendo la idea de un líder fuerte y con la
menor supervisión, México entre ellos. De ahí que no es casual que quienes
ahora plantean la regresión, se apoyen en el conocimiento de estos adversos factores
y favorezcan su engrosamiento, dicho públicamente por ellos mismos.
“En el caso de México, 44% dice que un régimen militar es
“algo bueno” 14% piensa que es “muy
bueno”, 21% considera que es “algo malo” y 19% que es “muy malo”. La cercanía de nuestros referentes populistas encuentra oídos en las
insatisfacciones que se establecen cuando los ciudadanos perciben el abandono e
indiferencia de quienes dicen representarlos. El dato es demoledor, el 78% dice que no les importan a sus representantes
y apenas un 28% piensan que si les importan.
La
utilidad de los datos de la encuesta de Pew Research Center consiste en dar luz
para trabajar con más detalle en las deficiencias o pendientes de la apuesta
democrática que se asumió como algo que daría oportunidad a mejores condiciones
de vida cotidiana en puntos que le son comunes a millones, porque es de
entenderse que la continuidad de las arbitrariedades, de las injusticias, de la
corrupción y las impunidades, ceden espacio al hartazgo que capitalizaron los
que ofrecieron la “esperanza” y que arribaron al poder precisamente con los
instrumentos democráticos que ahora pretenden destruir.
A tres
meses de nuestros procesos electorales el debate es que tanto, efectivamente,
los datos presentados por la encuesta en comento, puede revertirse con mensajes
y propuestas que ayuden a presentar el gran y presente debate sobre democracia
o autocracia. El debate necesario, real, profundo, que reconociendo los
pendientes de la democracia, asuma frente a la innegable fuerza de los
hartazgos, la capacidad de presentarse como la mejor alternativa para frenar la
regresión que se nos pretende imponer con la continuidad.
DE
LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
8 de marzo del 2024, la vida, la verdad, la
libertad.
X: @mquim1962