DERECHO A SER LIBRES
Entre Columnas
Martín Quitano Martínez
twitter: @mquim1962
Para Xo
Cuando perdemos el derecho a ser
diferentes, perdemos el privilegio de ser libres.
Charles
Evans Hughes
Cuando aquí festejamos
nuestros nuevos derechos y libertades, sopla desde la tierra del norte un
viento frío que congela; son vientos que paralizan, que conculcan prerrogativas
conquistadas por la lucha de muchos años y el esfuerzo de millones de
individuos, y que para nuestro país han supuesto también disputas y
persecuciones. Los vientos que corren desde el norte, arrastran un amargo sabor
de intolerancia y de desprecio al respeto y reconocimiento de lo diverso y lo plural,
a las palabras distintas, a los credos diferentes.
Recién este año se realiza nuevamente
la marcha del orgullo LGBTTTIQ+ en la
CDMX, una manifestación que reclama la presencia y el respeto de la diversidad
genuinamente existente, que ha salido a llenar las calles del colorido que
exige garantías y plenitud, y que, pese al indecente manoseo que pretende darle
la jefa de gobierno, es sin duda un
ejemplo de los nuevos tiempos que debemos festejar, a pesar de convivir con una
vergonzosa intolerancia que también pareciera incrementarse. Allí están los
datos de la CONAPRED del boletín 015/2022
· En el periodo del 2012 a marzo del 2022, el CONAPRED
ha registrado 1,175 quejas relacionadas con personas de la diversidad sexual y
de género, de las cuales 708 corresponden a actos relacionados con homofobia;
240 por lesbofobia, 220 por transfobia, cuatro por intersexfobia y tres por
bifobia.
· Las causas de discriminación más frecuentes
se encuentran relacionadas con la orientación sexual y la identidad de género.
· Los ámbitos en donde se presentaron más estas
prácticas discriminatorias son: laboral, servicios públicos y en cultura,
recreación y esparcimiento.
Creámoslo
o no, los derechos y las libertades están en asedio en el mundo. La decisión de
la Suprema Corte de los Estados Unidos sobre el aborto, sobre la posibilidad de
decidir de las mujeres, es apenas un paso en el camino de retroceso de las
conquistas de la sociedad estadounidense y marca el peso de los tufos
conservadores que rigen los espacios de poder en una sociedad que se preciaba
de ser un territorio emblema de derechos y de libertades.
Debemos
mirar hacia el norte y alertarnos, porque lo que sucede allá deviene de sus
contradicciones y polarizaciones, porque la política trumpista que domina en
las cámaras, pretende desmontar tabique a tabique las instituciones, las reglas
y las costumbres de lo que se suponía era el espacio democrático por excelencia.
Ahí tenemos el ejemplo de una polarización y una intolerancia que tendríamos
que mirar como un espejo grotesco de nosotros mismos como una realidad cercana si
observamos la veloz y aterradora cancelación y extinción del entramado
institucional que estamos padeciendo y que tantos años de trabajo nos costó
construir.
Defender
el derecho a ser libres, a cancelar la intolerancia, requiere reclamar el
respeto sin condiciones a la diversidad, a la pluralidad, a la responsabilidad
de ser y actuar siempre en el marco de la legalidad de un estado de derecho.
Señalemos y demos la espalda al falso discurso que se apropia de la verdad, a
la intransigencia y el fanatismo que propone imponer su visión del mundo, una
no cívica, sino moraloide, plagada de hipocresía y simulación.
En este
país debemos caber todos, respetando la ley y los derechos fundamentales, esos
son los asideros en tiempos difíciles como los de ahora, donde no debe haber
espacio para el fanatismo, la obcecación y la intolerancia.
DE
LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
El
calentamiento global y sus climas extremos, a decir de estudios, ya cobra millones
de vidas, urge que se tomen medidas.