Desaparición de civilizaciones
Norma Carretero Rojano
Lo cierto es que grandes catástrofes han acabado con civilizaciones enteras. Me resulta increíble aun lo que nos ha tocado vivir, presenciar y hasta sufrir con los fenómenos naturales de las últimas tres décadas. Hagamos un pequeño recorrido en nuestras memorias y empecemos con las grandes inundaciones en Asia, Europa, y gran parte de nuestra América; sequías, tsunamis, movimientos telúricos de altas magnitudes, como el de Chile con una magnitud de 8,8 en la escala de Richter desplazando aproximadamente ocho centímetros el eje de rotación de la Tierra, acortando el día terrestre unos imperceptibles 1,26 microsegundos, pero haciendo del clima un verdadero desastre a nivel mundial. Esto último que menciono es un fenómeno natural espectacular donde la naturaleza nos manifiesta su poder, fenómeno, que pareciera sacado de alguna película de Steven Spielberg o cualquier otro cineasta de ciencia ficción, ¡pero no!, es nuestra realidad actual.
Se ha perdido en gran parte nuestra capacidad de asombro y por ello tal vez, no damos mayor importancia al hecho de que caiga un meteoro explotando en la atmósfera en la vertical de los Montes Urales, arrasando con calles enteras y dejando por lo menos un millar de heridos, considerado ya el de mayor nivel registrado en más de un siglo o, que el sol se manifieste haciendo explosiones y que la tierra continúe en su reacomodo natural causando daños materiales considerables y pérdida de vidas humanas.
He aquí algunos datos interesantes para la reflexión, acerca de las causas de desaparición de civilización a lo largo de la historia de la humanidad; se habla de por lo menos diez:
Mayas: Es el ejemplo clásico de una civilización que abandonó grandes ciudades, caminos y monumentos en medio de la jungla de Centroamérica y parte de la zona sur de México. Aun cuando hoy continúan habitantes que hablan su lengua y siguen sus costumbres, los grandes centros ceremoniales se vinieron abajo. Algunas de las teorías proponen guerras y luchas internas dentro de las diferentes ciudades de la civilización, o el exceso en el uso de recursos que provocó un cambio climático en la zona.
La civilización del Valle Indo: Una de las más grandes civilizaciones del mundo antiguo fue la Indo o Harappan que arropó a 5 millones de personas que vivieron en ciudades de lo que hoy es India, Pakistán, Irán y Afganistán. En los restos de sus ciudades se han encontrado caminos, tiendas masivas, sistemas de drenaje y casas que fueron abandonadas hace más de 3 mil años atrás. Entre las causas se especula que, como los mayas, sufrieron cambios graduales en los patrones de lluvia que les hizo difícil recaudar alimentos suficientes para su población.
Islas de Pascua: Las personas que vivieron ahí y luego se fueron, es otro de los ejemplos clásicos de las civilizaciones perdidas, cuya fama es enigmática gracias a las grandes estatuas de cabezas humanas conocidas como Moai. Probablemente la causa fue también la falta de métodos sustentables de explotación de los recursos de la civilización que habitó en las islas de la Polinesia, como propone Jared Diamond en su libro Collapse, quien asegura que al talar los árboles de la zona desertificaron la tierra y tuvieron que moverse de isla alrededor del año 700 o 1200 después de nuestra era.
Catalhöyük: Regularmente nombrada como la ciudad más antigua del mundo, fue una gran civilización que existió entre 9 mil a 7 mil años antes de nuestra era en la zona de lo que hoy ocupa el sur de Turquía. Destaca entre las demás ciudades por sus construcciones a modo de colmena, cuyas casas tenían orificios en paredes y techos para comunicarse entre sí. La civilización antecedió a la Era de Bronce y la escritura, por lo que no hay evidencia de la complejidad de la sociedad, más allá de que colocaban fuera de sus casas los huesos y cráneos de sus antepasados, aunque hay evidencia de que habitaron hasta 2 mil años ahí, aunque no se sabe por qué ni como desapareció.
Cahokia: Mucho antes de que los europeos lo hicieran en Norteamérica, los Mississipianos construyeron una gran ciudad con pirámides y estructuras similares a Stonehenge hechas de madera que seguían los movimientos de las estrellas. La ahora llamada Cahokia tuvo su apogeo entre el año 600 a 1400 después de Cristo y midió 6 millas cuadradas. Se cree que habitaron 40 mil personas, una de las más grandes al norte de Mesoamérica. Algunos restos se han encontrado en Illinois y aunque no se ha encontrado suficiente evidencia para sugerir la causa de su abandono, algunos arqueólogos proponen que alguna enfermedad o epidemia pudo provocarlo.
Göbekli Tepe es una de las estructuras humanas más extrañas que se han encontrado y se cree se construyó en el año 10 mil antes de nuestra era y está ubicada al sureste de lo que hoy es Turquía. La ciudad se compone de estructuras circulares similares a nidos, construidas con monolitos con animales tallados, que probablemente sirvieron de centros ceremoniales a grupos nómadas. Aunque no se cree que se haya utilizado como residencia permanente, se cree que algunos chamanes pudieron vivir ahí por largas temporadas. Lo que no se sabe a ciencia cierta es sobre a quién se adoraba o cual era su función.
Angkor: Mucha gente ha escuchado del magnífico templo de Angkor Wat en Camboya, pero sólo es una parte de las grandes edificaciones de la civilización que llevaba ese nombre y cuya ciudad floreció del año 1000 al 1200 después de cristo y se cree fue habitado por más de un millón de personas, pero en realidad no sabemos aún cuántos residieron en el lugar que se vino abajo por las guerras internas y los desastres naturales…aunque no se ha confirmado.
La montaña Turquesa: Aunque no todos los grandes monumentos representan una civilización perdida, están los que sí y es el caso del minarete de Jam, una hazaña arquitectónica de los años 1100 en lo que hoy ocupa Afganistán y cuya evidencia arqueológica muestra que fue una ciudad cosmopolita en la que interactuaban varias religiones y culturas, incluyendo judíos, cristianos y musulmanes que vivieron armoniosamente cientos de años, hasta que desapareció.
Niya: En lo que ahora ocupa el desierto desolado de Taklamakan en la provincia Xinjiang en China existió la cultura Niya hace 1600 años atrás en el oasis que vio nacer casas y templos de madera que conectó la ruta comercial de China con el centro de Asia, África y Europa durante el imperio Mongol que colapsó en el año 1300, se cree que su colapso se debió a que las rutas comerciales terrestres se cambiaron por las marinas.
Playa Nabta: Del 7000 al 6500 antes de nuestra era una comunidad urbana habitó el actual desierto del Sahara en Egipto. Sus habitantes criaron ganado, elaboraron cerámica y algunos edificios indican que contaban con astrónomos. Algunos arqueólogos suponen que desapareció para dar pie a las ciudades del Gran Nilo que formaron al pueblo egipcio miles de años después y su desaparición se debió a un cambio en los patrones de lluvia.
Quiero pensar que son procesos naturales evolutivos de nuestro planeta, que no tendríamos porque no ser proclives a fenómenos de esta naturaleza como lo han sido otras civilizaciones, sin embargo, aunque suene reiterativo, hemos contribuido al aceleramiento de dichos fenómenos. Es sumamente importante crear conciencia, en nuestros niños y sobre todo en los jóvenes, ya que por lo menos en nuestro país conforman aproximadamente el ochenta y cinco por ciento de la población, y cada vez tienen mayor participación en las sociedades; nuestros jóvenes son un sector altamente inteligente, sensible ante las problemáticas de su país y del mundo globalizado, son propositivos y entienden perfectamente que la participación en el cuidado de la ecología, el respeto a todas las especies vivas es fundamental para tener un mundo mejor.
“La civilización suele contrariar a la naturaleza”. Luis G. Urbina (1864-1934). Poeta mexicano.
E mail: normacarreterorojano@hotmail.com