DESPIDEN A IGNACIO LÓPEZ TARSO EN BELLAS ARTES
DESPIDEN A IGNACIO LÓPEZ TARSO EN BELLAS ARTES
La secretaria de Cultura federal afirmó: Hoy,
así inicia su eterno papel, el de actor para siempre. Todos los aplausos para
usted, maestro inmortal
La Secretaría de Cultura del Gobierno de
México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) rindieron homenaje
póstumo al primer histrión mexicano Ignacio López Tarso, actor de cine, teatro
y televisión egresado del Inbal.
Durante la ceremonia, que se llevó a cabo al
interior del Palacio de Bellas Artes, la secretaria de Cultura federal,
Alejandra Frausto Guerrero, dio el pésame a la familia, a la que agradeció el
que se realizara este homenaje.
Frente al público que desfiló para despedir
al actor, la encargada de la política cultual del país destacó su larga vida
dedicada al arte y la cultura, un compromiso hecho “con dignidad, congruencia,
lucidez, honrando cada día ese camino que decidió, el camino del artista”. Y
agregó: “Su compromiso como intérprete abarcó una variedad enorme de personajes
de la vida mexicana y muchas de sus películas sumaron a las causas populares y
sociales, como su trabajo con el pueblo rarámuri en Tarahumara o el filme sobre
la expropiación petrolera: Rosa Blanca, que fue censurada, lo mismo que La
Sombra del Caudillo, una de las grandes películas de nuestra historia”.
Finalmente, dijo: “Hoy, así inicia su eterno
papel, el de actor para siempre. Todos los aplausos para usted, maestro
inmortal. Gracias por lo que nos dio”.
El actor Salvador Garcini comentó cómo
Ignacio López Tarso interpretó al Rey Lear en diferentes escenarios de la
República, en total 93 funciones de gira. “Nos enseñó a hacer teatro y nos
enseñó que la cultura se reparte en este país, que la cultura es para todos. A
mí me pareció una experiencia extraordinaria.
“Tenía 56 años y hacía un hombre de 80,
extraordinariamente bien, con una entrega, con una categoría, con un talento,
con una lucidez extraordinarias. Siempre estaba inspirado, nunca fallaba
ninguno de sus textos, ninguna de sus intenciones… Qué se puede decir de un
genio, el mejor actor de México”, agregó el también director y productor.
En tanto, la actriz de número de la Compañía
Nacional de Teatro, Luisa Huertas recordó que en 1970, Ignacio López Tarso,
Ignacio Retes y Vicente Leñero producían Los albañiles, estaba apoyando al
teatro mexicano en una obra emblemática, que fue el principio y el fin de toda
una época, por su lenguaje, su temática y su tratamiento. Creía que vivía un
sueño hecho realidad cuando a final de las funciones pasábamos por la oficina
del teatro Xola, ahí estaban los tres conviviendo, contando anécdotas y
planeando lo que íbamos a hacer con la obra; una gira por casi todos los
teatros del Seguro Social del país. Hizo una carrera maravillosa, rescató
además los corridos mexicanos, siempre fue fiel a su origen. Y engrandeció el
teatro de los siglos de oro y a Shakespeare para México.
En la ceremonia, en la cual participaron sus
nietos Mariana López y Antonio Sánchez, las actrices Tina French y Leticia
Calderón, así como los actores César Costa, Sergio Corona, reconocieron al
maestro, al compañero, al guía y al amigo. Una de sus características
personales era su gran voz, la cual tenía que ser clara y con convicción, algo
que lo caracterizó en toda su carrera como actor, además de la lucidez para
recordar sus personajes, la capacidad de abrir su corazón y gran entrega.
En la primera guardia de honor, estuvieron
los familiares del actor: Juan Ignacio Aranda, Susana y Gabriela, sus nietos
Mariana López y Antonio Sánchez; la secretaria de Cultura federal, Alejandra
Frausto Guerrero, y la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López.
Con 70 años de trayectoria artística,
participó en más de 100 obras de teatro, como Macbeth, Edipo Rey, El Rey se
muere, El avaro, por mencionar algunas. Fue dirigido por Xavier Rojas, Salvador
Novo, Celestino Gorostiza, Ignacio Retes, Alejandro Jodorowski, José Solé, José
Luis Ibáñez, entre otros.
En cine protagonizó más de 50 películas, por
lo cual deja un gran legado en filmes trascendentales, como Macario (1960), El
hombre de papel (1963), El gallo de oro (1964), Tarahumara (1964), La vida
inútil de Pito Pérez (1970) y, recientemente, Más sabe el diablo por viejo, por
citar algunas. Dirigido por Luis Buñuel, Roberto Gavaldón, Ismael Rodríguez,
por mencionar algunos.
Además de incursionar en diversos programas
de televisión, a lo largo de su carrera recibió numerosas nominaciones y
premios, como la Medalla Bellas Artes de Oro que le otorgó el Instituto
Nacional de Bellas Artes y Literatura en 2006, la Medalla Filmoteca en 2002,
como reconocimiento a su trayectoria; dos premios Ariel, así como el doctorado
Honoris causa en Artes y Humanidades por la Universidad de Ixtlahuaca (CUI).
Además de sus dotes histriónicos, fue un
comprometido lector y en 2015 se integró al ciclo ¡Leo…luego existo!, del
Inbal, realizando más de 20 lecturas en Ciudad de México, Hidalgo, Morelos y
Tamaulipas. Resalta su participación en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de
Bellas Artes leyendo, con la actriz Edith González y su hijo Juan Ignacio
Aranda, textos de René Avilés Fabila en 2015. El 27 de marzo de 2017 dio
lectura fragmentos de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez; en 2019
con Melville en Mazatlán, de Vicente Quirarte; además de leer fragmentos en el
Complejo Cultural Los Pinos en 2019. Su última participación en este ciclo fue
en octubre de 2022 en el Teatro la Danza Guillermina Bravo con una lectura
dramatizada en formato de teatro en atril con Macario el ahijado de la muerte,
de B. Traven, junto a Juan Ignacio Aranda.
El homenaje, al cual asistieron el actor
Salvador Garcini, la actriz Tina French, el cantante César Costa, la actriz
Araceli Arámbula, el comediante Sergio Corona, así como la actriz Leticia
Calderón, entre otros, fue acompañado por el cuarteto de cuerdas de la Orquesta
Sinfónica Nacional, al interpretar obras de Mozart, Manuel M. Ponce, Pietro Mascagni,
Juventino Rosas Macedonio Alcalá y Antonio Santoyo; participaron Andrés
Castillo y Nancy Cortés, en los violines; Luis Castillo, con la viola y
Alejandra Galarza, en el violonchelo.