DESPIDEN AL ‘GRAN LEÓN’
DESPIDEN AL 'GRAN LEÓN'
Mauricio Ángel
Agencia Reforma
Ciudad de México, 9 marzo
2025.- El homenaje que la familia de José Arévalo tanto había querido
realizarle al músico llegó de forma póstuma para que el emblema de los ritmos
tropicales fuera despedido con baile y una última ovación de pie ayer.
Originalmente, se tenía
planeado celebrar el legado del fundador del grupo Pepe Arévalo y sus Mulatos
en febrero, pero un infarto cerebral llevó al artista a estar hospitalizado
casi un mes, hasta que falleció el 28 de febrero.
Sus cenizas entraron ayer al
salón Gran Fórum para ser honradas por parte del Sindicato de Trabajadores de
la Música.
Fueron colocadas frente a un
escenario y se coronaron con una boina, mientras la Orquesta Sinfónica de
Coyoacán interpretaba «Rhapsody In Blue».
Esa fue la canción que alguna
vez le dijo a su familia que quería cuando fuera despedido, compartió su hijo,
el periodista José Luis Arévalo, a cargo de la conducción.
Los presentes, vestidos
principalmente de blanco y negro para simular teclas de piano, se levantaron de
sus asientos para aplaudir el recuerdo del músico, que tocó con estrellas como
Toña la Negra.
Pese al dolor de la despedida,
la familia buscó que el homenaje se sintiera como una celebración, por lo que
la sinfónica se encargó de tocar lo que el «Gran León» hubiera
querido escuchar, como un popurrí de Ernesto Lecuona, uno de sus compositores
favoritos.
También presentaron el danzón
«Nereidas», que puso a algunos presentes a bailar, principalmente
personas con sus cabelleras totalmente blancas, quienes demostraron su maestría
en el ese ritmo.
La misma respuesta ocurrió
cuando se sumó un coro para presentar «Falsaria», uno de los temas
que Arévalo, fallecido a los 88 años, popularizó.
Durante el acto, los familiares
recordaron no sólo su trayectoria y su pasión por la música, la cual comenzó a
sus 8 años con clases de guitarra y a los 11 cuando aprendió piano, sino
también a «Bocho», como le decían de cariño.
Los nietos del pianista lo
describieron como un abuelito bromista, consentidor y ocurrente, que les ponía
apodos.
Los recuerdos se alternaron
con música de distintos tipos, ya que un mariachi entonó algunas de las
canciones favoritas de Pepe Arévalo, incluida «La Bikina», mientras
que su hijo Josué subió al escenario con ex compañeros del «Gran
León» para demostrar que su legado sigue vivo.
«Esa mañana del infarto
me abrazo, me acaricio y me dio un gran abrazo. Gracias, Pepe. Su legado es
responsabilidad de todos nosotros. Dice una canción: ‘El rumbero murió, pero la
música sigue’. Gracias, papá», dijo su hijo Josué, entre lágrimas.
Al homenaje, de más de dos
horas, asistieron también algunos famosos, como la actriz Isaura Espinoza y la
mamá de Geraldine Bazán, Rosalba Ortiz, mientras que otros mandaron sus mensajes
en videos, reproducidos en las pantallas del salón.
Seguirá presente
Durante su homenaje, la
familia anunció que el nombre del grupo seguirá en presentaciones, pero con
otro nombre, Los Mulatos de Pepe Arévalo, para honrar su legado musical. A la par,
quieren crear el Centro Cultural de Rehabilitación Pepe Arévalo en la colonia
Morelos, para ayudar a personas a superar sus adicciones y que aprendan a tocar
música.