DIF ESTATAL Y LA CEDH DISCRIMINAN Y OFENDEN A DISCAPACITADOS
DIF ESTATAL Y LA CEDH DISCRIMINAN Y OFENDEN A DISCAPACITADOS
Por Edgar Hernández*
Rebeca Quintanar, titular del
DIF estatal, es toda una fichita.
Al subejercicio presupuestal
por 440 millones y negocios ilegales en la contratación de servicios y compras
millonarias de insumos y alimentos, se suma la ofensa y discriminación a los
discapacitados, hoy por hoy uno de los sectores más indefensos y olvidados en
Veracruz.
En señalado agravio -acaso
complicidad- va de la mano la Comisión Estatal de Derechos Humanos que encabeza
Namiko Matzumoto Benítez, una oportunista que para mantenerse en el poder se
transforma en priista, panista o Morena a conveniencia.
La de los discapacitados en
Veracruz ha sido pues, una lucha desigual en todos sentidos, solo comparable
con los países de África donde no hay consideración ni apoyo oficial alguno para
tan desprotegido sector.
Hoy en Veracruz son millares los
discapacitados que sobreviven por sus propios medios sin mayor esperanza que la
de sus propias familias.
El caso de Veracruz el asunto
es grave.
Para el Director Ejecutivo de
la “Asociación Veracruzana de Discapacitados Productivos A. C. y Miembro de la
Comisión Estatal de las Personas con Discapacidad de Veracruz, Pepe Acosta, una
vez agotado el diálogo por todos los medios posibles con Rebeca Quintanar, acudió
a la CEDH “donde también nos dieron con la puerta en las narices”.
“La razón de nuestra queja,
sostiene el quejoso, fue debido a que aún no se ha citado a reunión de nuestro
Consejo como lo establece la ley, para proporcionarnos asesoría, planeación,
fomento y supervisión de las acciones, estrategias y programas que lleven a
cabo las Entidades y Dependencias del Estado y los Municipios del Estado de
Veracruz, en favor de personas con discapacidad”.
Para este sector, que en
Veracruz rebasa los 200 mil discapacitados, de acuerdo al INEGI, lo que hace el
DIF estatal “no es más que una abierta violación a lo que establece la Ley de
Integración de las Personas con Discapacidad de Veracruz”.
Como resultado los
discapacitados están al margen de la integración social.
Ello a pesar de que DIF
estatal lleva años al frente de un centro denominado CREEVER, hoy CRISVER, para
la atención a personas con limitantes físicas en donde a los únicos que no se
atiende es precisamente a los discapacitados.
A la par de la omisión del DIF
estatal, se suma el burocratismo de Namiko en la CEDH, quien más gusta de la
vida social y exhibicionismo en lugares públicos -simulando las acciones
delincuenciales de su hijo con problemas de adicción- que atender las demandas
de los discapacitados.
Simplemente le vale madres.
Las omisiones en el DIF son
tan graves en todos sentidos que hace un par de días se dio a conocer el
subejercicio de esta dependencia por 440 millones de pesos los cuales
presuntamente están destinados al patrocinio de Morena y su candidato para la
sucesión gubernamental del 2024.
Se oculta que parte del
subejercicio desviado debió ser destinado a personas con vulnerabilidad, por
ello no los atienden.
Dicho monto, forma parte del
presupuesto superior a los mil 514 millones de pesos aprobados para la
dependencia que desde el 2018 ha estado bajo sospecha por las turbias
adjudicaciones sin licitaciones de por medio.
La complicidad y presuntos
ilícitos de Rebeca tiene cola.
Atrás de todo este entramado
ilegal está Nitzia Guerrero, la hija del subsecretario de Finanzas, Eleazar
Guerrero, primo hermano del gobernador Cuitláhuac García.
Así se tejen los negocios y
complicidades en donde lo que menos importa es atender urgencias básicas como
las que confrontan las personas con discapacidad.
A todo ello cabe preguntar si
está enterado el gobernador.
La respuesta es simple.
No. Está más ocupado en
ofender a los periodistas y disiparse en escandalosas fiestas en Casa Veracruz
-verdaderas orgias, según reseña la acreditada periodista Virginia Durán
Campollo- que ver por la gente vulnerable.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo