Diputada, Diputado y Diputade…
Por Uriel Flores Aguayo
Novedoso, necesario e interesante el todavía leve debate que se
empieza a dar sobre la forma de denominar a las personas que se asumen como de
un género no binario. Un diputado electo, Gonzalo Iván Durán Chincoya, está en
esa condición y reclama se le diga Diputade. Me parece oportuno hacer una
mínima aproximación a este tema desde los puntos de vista legal y gramatical:
Adelanto una conclusión para ir sustentándola:
en tanto en VERACRUZ no se legisle en materia de identidad de género,
continuarán denominándose los géneros como masculino y femenino
independientemente de su orientación sexual. Este hecho sigue siendo
fundamental para los registros en documentos legales.
Por razones legales y políticas se viene hablando
de este tema en Veracruz, el diputado electo Duran Chincoya, anima el debate.
Es una cuestión de mucho interés por su novedad local, pertinencia, derechos y
reivindicaciones que involucra en las leyes y la democracia.
La Constitución Política de Veracruz (artículos
4 y 21) y el Código Electoral (artículos 13, 14, 42,173 y 250) vigentes,
respectivamente, mantienen la clasificación de hombres y mujeres, diputadas y
diputados, candidatos y candidatas, además del criterio de paridad en ambos
géneros.
Entre los requisitos para registrarse en las
candidaturas correspondientes, entre otros, está la presentación del acta de
nacimiento y la credencial de elector donde, hasta ahora, se señala el género
respectivo. Quien se haya registrado ante el OPLE indispensablemente se vio
precisado a indicar que es femenino o masculino y hacerlo evidente con su
nombre propio. Podría ser injusto o muestra de atraso en nuestra sociedad e
instituciones pero mientras así lo determinen las normas es de observancia
obligatoria.
Conforme a la legalidad veracruzana no hay
manera, en derecho, de que se hagan excepciones a la paridad de cincuenta y
cincuenta por ciento de ambos géneros para integrar la próxima legislatura.
Solo unos ocho países y creo tres Estados de México, reconocen la categoría de
sexo no binario en documentos de identidad, licencias de conducir, actas de
nacimiento, etcétera; VERACRUZ no está entre ellos.
Más allá de los aspectos legales, que tendrá
que abordarse con seriedad en su momento, hay una creativa e interesante
polémica en el manejo del lenguaje respecto a las personas asumidas como de
género no binario. Al hablar de esta realidad todos aprendemos ya que estamos
ante algo inédito y se requiere absoluta apertura y diálogo de buen nivel. Por
supuesto que la realidad cuenta, es el punto de partida, tanto que la voluntad
y valentía de los promotores de este nivel de equidad han logrado que se abran
paso ciertas denominaciones que luchan por un lugar en nuestro idioma.
No debemos omitir que nuestra lengua española se basa en su gramática,
la cual agrupa dos géneros: masculino y femenino. El género gramatical es una
propiedad exclusiva de los sustantivos. De esta manera, sin reforma gramatical,
a los legisladores solo se les pueden denominar diputadas y diputados en el
buen uso del idioma. Es diferente en ámbitos partidistas, amistosos o
familiares donde se pueden expresar como gusten o mejor coincidan. Hay algunos
criterios sociolingüísticos y pragmáticos que se vienen aplicando de facto para
encontrar la denominación adecuada a las personas no binarias.
En todo caso, estamos ante una realidad que debe atenderse con seriedad
y apertura. Es un paso civilizatorio. Implica revisión y adaptación de leyes,
así como un manejo correcto y moderno del lenguaje. Es indispensable que la
visibilidad de las personas no binarias se concrete en leyes y el lenguaje,
sobre todo que sean sujetas de derechos.
A petición de ex alumnos…