DISNEY PARA ADULTOS
DISNEY PARA ADULTOS
Salvador
Muñoz
Los
Políticos
Las
telenovelas son una especie de Disney para Adultos… con ellas se tiene la
certeza de que la vida puede tener un final feliz, de que no importa el estatus
social para amar, que de la pobreza puedes saltar a la riqueza, hasta la
posibilidad de que puedas ser adoptado y tus verdaderos padres se apellidan
Slim… al menos, esto era parte de nuestro espectáculo televisivo que un día,
fue alcanzado por la política.
Antes de
entrar en detalles, se había inculcado en el colectivo electoral, que un buen
candidato o candidata es mejor si está casado o casada… un soltero o soltera, era
sinónimo de inestabilidad y rompía con el sueño ideal del ciudadano y su
aspiración a una familia feliz, aunque fuera reflejada en la de los
gobernantes, sean presidenciales, estatales o municipales… ¡Qué lindos se ven
en esas fotos del Día de la Familia! ¡O en el Día del Padre! ¡De la Madre! ¡Del
Niño! ¡En Navidad!… Vicente Fox por un momento fue la excepción. Otros
factores, tan simples hasta como el nuevo siglo así como un cambio y hastío
político, hicieron que el Romance en la Política se diluyera un poco en el
corazón de los mexicanos… pero sólo un poco…
Y fue un
poco porque apareció Martha Sahagún… era la historia perfecta: la empleada
enamorándose de su jefe… ¿Cuántas historias no vimos así? Pero algo no cuajó
porque el romance fue mal visto por quienes vaticinaban la sucesión de Fox en
la presidencia, por su esposa… sí, se casaron, pero políticamente, acabaron
divorciados con el pueblo…
El otro
cuento que hizo creer en la vieja confiable, vaya que pegó en el corazón de los
mexicanos: Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera, o más bien La Gaviota. La
fórmula entonces ahí sí funcionó pues se combinó a la perfección la heroína de
la telenovela con el galán de la política… ¿Cuántos votos le habrá dado La
Gaviota a Peña? El final de esta historia ya lo sabemos… no fue tan feliz por
ningún lado que se le vea: ni política ni románticamente…
Hoy,
Morena apuesta a repetir el mismo esquema que en su momento pretendió Martha y
que cuajó Enrique: una segunda oportunidad para el corazón de Claudia
Sheinbaum.
A los mexicanos
está demostrado, les gusta soñar… habrá entonces señoras que consideren que si
Claudia a estas alturas de su vida, a sus 60 años de edad, puede reencontrarse
con el amor, ¡ellas también! Y créame que no faltará el varón que se haga
ilusiones de encontrarse a una “corcholata” que le cambie la vida o lo reviva…
Así que,
dijeran por allí en las redes, ¡Soporten! porque es seguro que veamos más
pronto que temprano, el romanticismo empalagoso de Claudia con Jesús María
Tarriba salpicando miel en las redes, en entrevistas, en todos lados…