Disputa chaira, la fragilidad de Cuitláhuac
Disputa chaira, la fragilidad de Cuitláhuac
Por Edgar Hernández*
Ayer
apuntábamos en este espacio la fruición con que se está moviendo Sergio
Gutiérrez Luna, un diputado federal simple que trae unos centavos para
chayotear, mucho ingenio y la consigna de promoverse para el 2024.
Decíamos
que este morenazo, cara de esfinge, con sus espejitos y promesas ha calado más
en el ánimo del Bola 8 y su segundo Cuitláhuac, que le apuestan a la zacatecana
Roció Nahle, que en la ciudadanía.
Apuntábamos
que lo que más envenena a la unidad de ese Movimiento de Regeneración Nacional
-Morena- en Veracruz gobernada por un “honesto” que incluso está “bendito”,
según el Peje, es que le muevan su tablero simple.
Pero
sucedió.
Ayer,
acaso minutos después de estar arriba, en las redes sociales, un artículo de
fondo titulado “Gutierritos, recoge la basura priista” en donde dábamos cuenta
de cómo al sedicente legislador ya le dio por venir a Veracruz cada fin de
semana a enseñarnos a hacer política y a encabezar mítines multitudinarios, para
que Cuitláhuac cayera en el garlito y probara la manzana envenenada.
Más
rápido que aprisa el mandatario convocó a una conferencia de prensa para
descalificar al atrevido diputado.
A
decir -con ese lenguaje que transita entre lo jocoso y desesperante- que no
conoce a quien los heraldos ya anuncian como el gobernador de Veracruz para el
periodo 2024-2030 y que el susodicho debe concentrarse en la Reforma Eléctrica
y no en otros temas.
¡Vaya
ridículo!
En
los hechos, quien en realidad salió ganando fue justamente el “Gutierritos”
veracruzano quien cumple el mandato de Ebrard y Mario Delgado de desmantelar la
estructura de aire de Rocío Nahle y mostrar que Cuitláhuac y sus secuaces no
son nada en materia de sucesión gubernamental.
Fácil,
muy fácil resultó el juego.
Poco
maduro se vio el “Juanito” veracruzano, Cuitláhuac García. Sencilla que resultó
romper la estructura chaira con el solo testereo, al primer round cayó
noqueado.
Y
cuan llenos de pavor están de que se les acabe el juego y llegue alguien que no
sea de su tribu a moverles el tapete y en una de esas hasta a revisarles las
cuentas.
A
Gutierritos le bastó maicear a un puñado de periodistas sacarle una fotocopia a
la hoja del presupuesto federal asignado a Veracruz, propiedad de Cuitláhuac y
su pandilla, hacerla propia y ¡listo!
Quien
en su vida se paró en Veracruz, “ni luchó con nosotros, según Cuitláhuac”,
llegó a darle cátedra a los morenos de cómo alcanzar la gubernatura con
acarreados… ¡del PRI!
Vino
a enseñarles cómo ser gestor desde su modesta posición de diputado federal e
insistir que ya son nuestros, de todos los veracruzanos, ocho mil millones de
pesos para ajustar 120 mil millones de pesos de presupuesto para el 2022.
Nada
complicado le resultó a don Gutierritos asomarse a los libros del desglose
presupuestal de recursos federales destinados para Veracruz y hacerlos propios,
para sacar de quicio al gobernante.
Lo
desquició que viniera a gritar a los cuatro vientos que están por llegar -vía
el Santa Claus chairo- mil 200 millones para el puerto; 7 mil millones para
carreteras; 8 mil 900 millones para vacunas; 120 mil millones “para proyectos
adicionales”; 10 mil millones para el Canal Interoceánico, y 10 mil millones
para Coatzacoalcos.
Y
como regalo de Reyes que bajarán las tarifas de la luz.
El
vómito negro del llamado Cuicaras no se dejó esperar. “¡No lo conozco!”, dijo
al preguntársele sobre el nuevo benefactor de Veracruz.
Con
su típica gesticulación y amanerado manoteo se metió en un berenjenal
ininteligible para cuestionar a Gutiérrez Luna, para descalificarlo; para
recordarle su pasado panista, a su esposa que trabaja para el priismo en Sonora
y jurar que “yo desde los 18 años ando en esto y nunca lo vi”.
Ayer,
no antes, hasta ayer Cuitláhuac García se dio cuenta que no es el dueño de
Veracruz.
Hasta
ayer aprendió una vieja máxima de la política de que el poder es prestado y que
tiene una fecha de caducidad.
A
Cuitláhuac, visto desde la óptica de la praxis política, no le quedan 36 meses
de gobierno como marca la constitución, le quedan escasos 23 meses ya que una
vez que se suceda el “Destape” hacia finales del 2023 el del machete regresara
a lo que fue hace tres años, nada.
Tiempo
al tiempo.
*Premio Nacional de
Periodismo