DON CÉSAR HA PARTIDO
DON CÉSAR HA PARTIDO
La triste tarde del
sábado 25 de enero del año 2025 don César Guzmán Ruíz dejó de existir. La
noticia fue difundida por redes sociales porque él fue muy popular y conocido
por propios y extraños, todo un personaje del pueblo coatepecano. A sus amigos
les costaba aceptar que el tigre guzmán haya partido al más allá, pero
lamentablemente era realidad y muchos corazones se entristecieron por su
inesperado deceso. Su cuerpo fue velado en la funeraria Del Ángel, en la
esquina de Pedro Jiménez del campillo e Ignacio Zaragoza. Flores, plegarias,
lágrimas, evocaciones y profunda tristeza de familiares y amistades formando
una gris escenografía.
El
domingo 26 se le hizo merecido homenaje en la Unidad Deportiva Roberto Amorós
Guiot, pues el difunto fue cofundador de estas instalaciones deportivas y esta
mañana se despedía de su obra, la que realizó con un grupo de amigos en los
años luminosos, cuando la juventud aún le sonreía. Esa mañana el viento
esparcía la melancolía y añoranza por todos los rincones del escenario
deportivo.
Su
esposa Juanita, Sus hijos Silvia y César, también sus nietos y familia en
general acompañados de amigos rindieron tributo a este hombre que lo que hizo
fue amar la vida en toda su expresión; así lo demostró al disfrutar su juventud
haciendo lo que le agradaba, convivir con sus amigos y practicar sus deportes
favoritos, el beisbol y el atletismo. Formó una familia para amarla a su manera
y responsabilizarse de la misma. Aficionado a la fiesta brava, fue otra de sus
pasiones asistiendo a las mejores plazas de la nación. Su trabajo lo convirtió
en arte, con la piel hizo maravillas que cautivaron a personajes de todos los
estratos sociales trasmutando su espiritualidad mucho más allá de las fronteras
mexicanas. Pero sobre todas las cosas siempre lo caracterizó la humildad. Su
mano siempre la mantuvo extendida para todo aquel que deseara estrecharla, pues
su corazón así se lo reclamaba.
Su
historia de vida la acercaba el recuerdo de los presentes mientras las notas
musicales de la virgen de Macarena, pasos dobles, música que emocionó a don
César en las grandes faenas, en ese instante allí se veía en barrera,
observando a novilleros, banderilleros y toreros en la emotiva fiesta en la que
el matador se erguía triunfador. La realidad es que en ese momento su cuerpo ya
estaba inerte durmiendo el sueño eterno, plácido porque su misión en la vida
llegó a su límite, simplemente porque cumplió todo lo que se propuso y el mismo
sabía que ya era momento de descansar, su misión en la tierra acababa de finalizar,
ahora llegaba a la mansión de la vida eterna satisfecho por no dejar nada
inconcluso.
Solo
le quedaban dos estaciones que recorrer, la primera en la Rectoría de Guadalupe
en la que lo invistieron con los sacramentos espirituales para su viaje sin retorno.
La segunda una fosa del cementerio municipal para descansar en su última
morada. Una lágrima y la musicalidad de un aplauso que se esparcía en el
panteón lo despedía en su último instante. Lágrimas, tristeza y a la vez
alegría a su recuerdo fue el homenaje para un tigre de 88 años de edad que
decía adiós elevando su espíritu al firmamento dispuesto a rozar el cielo
empíreo. En la quietud del campo santo, parecía percibirse un susurro
expresando, jamás me olviden.
rafaelrojascolorado@yahoo.com.mx