DON VICENTE FERNÁNDEZ
El refrán favorito del cantante Vicente Fernández es el de la MULA Y LA VIEJA que todo charro debe tener, y con mucha alegría pregona: “eso sí, que la mula no sea muy vieja y que la vieja no sea muy mula”. Con esta sabiduría, el charro de Huentitán el Alto, Jalisco, se identifica con el pueblo y por eso el mismo pueblo así lo bautizó: “EL HIJO DEL PUEBLO”. Vicente Fernández Gómez, “Don Chente”, nacido el 17 de febrero de 1940, figura entre los mejores cantores que ha dado este país.
Con los 78 años encima, sigue cantando y su público le sigue aplaudiendo; es considerado como una de las figuras más acaudaladas del espectáculo que ha anunciado infinidad de veces su retiro, pero no se puede ir, porque sigue llenando auditorios y palenques en toda la república y sigue con esa imagen de sencillez y generosidad que es lo que gusta al respetable.
La primera vez que lo oí cantar, interpretaba un bolero llamado “Lo Siento por Ti”, que en la década de los sesenta ya lo habían hecho famoso el dueto de los Bribones; estaba reciente la muerte de otra figura del bolero ranchero, Don Javier Solís y en aquel entonces aunque eran estilos muy diferentes, pareciera que sonaban con la misma intensidad. Vicente poco a poco fue ganando terreno para colocarse en la cima de la popularidad y el respetable público conocedor, muy pronto empezó a cantarle al amor apasionado que andaba alborotado por volver, volver, volver.
Don Chente sigue de moda, sigue actualizándose, sigue cantando cada día mejor, sigue ganando premios, sigue de empresario en su natal Jalisco inaugurando formidables edificios como la arena “VFG”, arropando a jóvenes boxeadores mexicanos y como él mismo dice: Yo ya soy propiedad de los mexicanos y el consejo que les puedo dar es de que: “—Solo quien ha comido ajo, nos puede dar una palabra de aliento”
Amigos, el charro haciendo frente a la crisis de este tiempo, en este febrero declaró: —no se preocupen de nada, porque “todo problema económico, se arregla con dinero” y “el que madruga, encuentra todo cerrado”.
¡Ánimo ingao…!
Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz
