Dónde está la magia
¿Dónde está la magia?
Héctor
Larios Proa
Las
olas autoritarias sustituyen la reflexión por la propaganda
Una docena de hoteles han
surgido en Coatepec, gracias al impulso turístico con la denominación de Pueblo
Mágico, un reconocimiento merecido que se debe honrar todos los días,
embellecer nuestro entorno, caminar disfrutando nuestras calles, una
oportunidad para conocer nuestra historia, calles, edificios, historias de vida
que con su trabajo honraron a su tierra, ejemplo que se deben imitar, para hacer
de este pueblo un lugar especial para visitar.
Dejar de ser un punto en el
mapa, un lugar del camino y dejar huella con su olor y sabor a café, su cocina
inigualable, sus flores y colores.
Son anhelos para cosechar en
un futuro cercano a 14 años del nombramiento como Pueblos Mágicos, se deben
construir políticas públicas de largo aliento, que no sean ocurrencias ni
tampoco duren una administración, y sean desechadas con una nueva administración
municipal. Coatepec tiene historia, cultura, talento, bosques y agua, hay de
sobra, no dejemos que se diluyan entre los dedos… Por cierto, muy triste los
festejos, mucho que celebrar nada que aplaudir…
En los “festejos” del 14
aniversario, fue la conversación en línea que convocaron con el Cronista de
Coatepec, Dr. J. J. Bonilla Palmeros quien comentó algunos pasajes de historia
y dibujó estampas donde se reitera que Coatepec es tierra con historia, cultura
y tradiciones. Sus alternantes en la conferencia no supieron sacar provecho del
invitado de honor, sus conocimientos y pasión por Coatepec, lo que se tornó en
lapsos áridos, sus imberbes acompañantes a cuadro no supieron construir un diálogo
para explorar por la historia y curiosidades de esta tierra.
La riqueza histórico-cultural
han sido desaprovechadas para desde ahí fincar una estrategia de promoción
turística. Desgraciadamente a los que saben no los toman en cuenta para definir
políticas públicas, pero sí los usan para lucir sus conocimientos, en un evento
deslucido, por la importancia del tema al que no le invirtieron nada. Se
imagina usted que políticos y/o empresarios con visión conocieran los tesoros
que guarda Coatepec, ya estarían instrumentando programas para potencializar el
sector turístico…. Sin interés ni voluntad.
La política se traslada a los medios y dio inició la 2ª temporada de videos de corrupción rumbo
a las elecciones intermedias del 2021, la primera fue en marzo de 2004 con el
protagonista René Bejarano, en la cinta “el señor de las ligas”. En esta segunda
temporada se aprecia la venganza como sello de la casa. La duración de la
tragicomedia seguramente alcanzará hasta mediados del año próximo. Las
causalidades siembran sospechas, y los ríos de tinta correrán arrastrando a
fieles de la 4T y los llamados “fifís”. Pan y circo en busca de votos.
Hay que dejar algo muy claro,
la corrupción es un delito que debe ser castigado, ejerciendo la ley desde la
Fiscalía General de la República como órgano encargado. No debe haber margen a
la impunidad, sería un gran fracaso porque las expectativas de castigo a las y
los funcionarios de medio pelo y a los expresidentes son muy altas. Apelar al
sentimiento de venganza y justicia del pueblo para aprobar el juicio contra los
ex mandatarios, crece y como Poncio Pilatos el presidente López Obrador
justificaría el rompimiento del acuerdo táctico con Peña Nieto. La sed de
venganza ya la vemos en las “combis”, en las redes sociales que sacian su sed
de sangre ante su impotencia por el fracaso de los encargados de la procuración
y administración de justicia. Creer en las instituciones es piedra angular para
la prometida transformación. La polarización social está en todas partes, las
diferencias de opinión política están causando disgustos y divisiones, en la
familia, en los amigos, en los grupos de whatsapp. El país está dividido, tal
vez ese es el objetivo, quien sabe dividir sabe sumar, rezaba don Porfirio.
Mientras el lugar de la
oposición se encuentra vacío. Y en los congresos la aplanadora de morena
impulsa sus criterios sin obstáculos. La política fracasa, impera el chantaje,
la extorsión. ¿Qué pruebas tiene Osorio Chong, que lo hace intocable?