Cinergia

DORA Y LA CIUDAD PERDIDA

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Por: Pablo Contreras Sánchez

2019 ha sido un año extraño, o al menos, lo ha sido para mí. Todo se reduce a esa regla de
‘esperar lo inesperado’; llegadas inesperadas, despedidas inesperadas, viajes inesperados,
oportunidades inesperadas, etcétera. Han sido unos nueve meses bastante interesantes, y me
encuentro a la expectativa de lo que me depare este último trimestre… especialmente si de
películas hablamos. La próxima a estrenarse ‘Guasón’, por ejemplo, ganó el León de Oro en el
Festival de Cine de Venecia el sábado pasado, lo cual la perfila inmediatamente como una de las
favoritas para la próxima entrega de los Oscar. Como referencia, las últimas dos películas en
ganar dicho premio fueron ‘Roma’ de Alfonso Cuarón y ‘La forma del agua’ de Guillermo Del
Toro, las cuales tuvieron una gran presencia en sus respectivas ceremonias.
¿Una película de cómics ganando uno de los premios más prestigiosos de la industria? ¡Eso es
algo que definitivamente nadie esperaba! Casi como esa película de ‘Dora la exploradora’
producida por la compañía Michael Bay (sí, el mismo que dirigió las películas de ‘Transformers’
y tiene un fetiche bastante evidente por las explosiones) que llega este fin de semana a cartelera.
Ah, y si parece que estuve evitando hablar sobre el tema principal de este artículo durante mucho
tiempo, es porque así fue. ¡Tengo que mantenerme cuerdo de alguna manera!

‘Dora y la ciudad perdida’ ha sido el hazmerreír del internet prácticamente desde el día de su
anuncio, ¿y es que cómo puede una película con un concepto así de ridículo ser remotamente
buena? Pero, ¿y qué tal si realmente lo es? Después de todo, cuando tienes cero expectativas
sobre algo, sólo puedes sorprenderte gratamente… ¿o no? En esta aventura live-action, Dora,
ahora una exploradora adolescente, liderará a sus compañeros de escuela en una travesía para
salvar a sus padres y resolver el misterio detrás de la ciudad perdida de Parapata.
El director de la película, James Bobin, tiene un historial irregular en la pantalla grande. Por un
lado dirigió la ganadora al Oscar por Mejor canción ‘Los Muppets’ en 2011, pero también la
olvidable ‘Alicia a través del espejo’. En la pantalla chica, sin embargo, es reconocido por haber
creado la serie de comedia ‘Los Conchords’, cuyos egresados incluyen a Taika Waititi (’Thor
Ragnarok’) y que cuenta con un estatus de culto, a pesar de haber durado sólo un par de
temporadas. Las sensibilidades cómicas de Bobin son evidentes aquí, ya que ‘Dora y la ciudad
perdida’ es sorprendentemente graciosa y divertida tanto para chicos y grandes, lo cual es algo a
lo que cualquier película familiar debe aspirar.
El guion, lleno de humor auto-consciente y referencial, se burla de manera juguetona de las
peculiaridades de la caricatura (como romper la cuarta pared, tener una canción para cualquier
situación o hacer uso del ‘spanglish’), creando una narrativa de ‘pez fuera del agua’ para Dora
que proporciona varias risas, fruto de las interacciones iniciales entre ella y sus compañeros de
escuela. Asimismo, podemos encontrar una sorprendente cantidad de escenas dedicadas a
desarrollar la relación familiar entre ella y su primo Diego, quienes tienen problemas para
conectar después de haber crecido por separado, las cuales no me esperaba en lo absoluto. Sí,
todavía hay chistes de pedos y una canción entera sobre c*gar en la selva, pero el compromiso de
la película de ser juguetona e irónica, sin dejar de tratar a su audiencia tan en serio como sea
posible, es lo que hace que su premisa tan ridícula acabe funcionando.
Entre el reparto, lleno de talento latino, podemos encontrar a Isabela Moner como Dora, Michael
Peña y Eva Longoria como sus padres, Benicio Del Toro como la voz de Zorro, Eugenio Derbez
como Alejandro y Danny Trejo en un cameo de voz, entre muchos otros. Los personajes
secundarios, si bien arquetípicos en su concepción (el niño nerd, la rival sabelotodo y su renuente
interés amoroso deportista…) resultan bastante simpáticos, y sus arcos narrativos los salvan de
quedarse en simples clichés. Los más destacados son, sin duda, Isabela Moner, quien encarna
perfectamente la inocencia y optimismo de nuestra protagonista, y Eugenio Derbez, a cuyo
sentido del humor soy indiferente, pero en esta película logró sacarme más de una sonrisa.
Mi aspecto menos favorito de ‘Dora y la ciudad perdida’ fueron sus valores de producción. Mi
conjetura es que, al ser esta literalmente una caricatura de carne y hueso, el equipo de efectos
visuales no vio necesidad de hacer un esfuerzo adicional para hacer que los personajes generados
por computadora y sus entornos se vieran remotamente creíbles. Es difícil saber si se trata de una
elección estilística o simple pereza, pero en general, esta parece más una película de televisión
que una que debía verse en cines, y eso molestó al estudiante de cine pedante que llevo dentro
(pero de nuevo, esta es la película de Dora la exploradora, así que ¿eso importa realmente?).

VEREDICTO:
En un 2019 lleno de sorpresas, en el que muchas de las películas que esperábamos con ansias
resultaron ser decepciones gigantescas, mientras que aquellas en las que teníamos poca o
ninguna fe acabaron sorprendiéndonos, ‘Dora y la ciudad perdida’ se une a estas últimas de una
manera que ni siquiera la exploradora eternamente optimista podría haber predicho.
De ninguna manera revoluciona el entretenimiento familiar como lo conocemos, pero es mejor
de lo que tenía cualquier derecho a ser. Es diversión para todas las edades dirigida tanto a los
nostálgicos como a los más pequeños.

CALIFICACIÓN: 3/5 estrellas.

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