DOS GENIOS
(fin de la histerieta)
La historiadora, investigadora y académica veracruzana Ida Rodríguez Prampolini —viuda del escultor y doctor en filosofía e Historia Matias Goeritz—, en unas declaraciones a la prensa, cuenta que durante más de una década, los créditos de la autoría de las Torres de Satélite, los compartieron por igual Mario Pani, coordinador general del trazo de Ciudad Satélite, Luis Barragán, arquitecto paisajista y Goeritz, diseñador y creador de las torres.
Prosigue doña Ida (la misma que dijo que la alcaldesa de Veracruz Carolina Gudiño «es de ignorancia sublime»), que en la Olimpiada Cultural de 1968, su compadre Luis Barragán, le llamó para mostrarle unos volantes donde hacía pública la reclamación de la paternidad de las torres y de paso a su esposo lo acusaba de «farsante», a lo que doña Ida contestó: “—pero Luis, estás loco, ¿cómo puedes decir esto?”, recordándole que él no estaba en la ciudad de México, cuando Matías le enseño el proyecto de siete torres a Don Miguel Alemán, el cual le sugirió (casi ordenó) que únicamente fueran cinco las que se levantaran.
Doña Ida aseguraba que “Luis tenía una envidia loca del éxito de las torres, porque éstas se convirtieron en un símbolo nacional… a Luis le entró una codicia desmesurada, no lo puedo entender de otra manera”.
Los años pasaron y los dos protagonistas, uno enfermo del mal de Parkinson y otro con un cáncer muy avanzado, teniendo como testigo al arquitecto Ignacio Díaz Morales (el que encontró a Goeritz y lo invitó a venir a México a finales de los cuarenta), hicieron las paces.
Amigos, DOS GENIOS discurrieron sus diferencias y lograron restablecer su amistad, solo los resentidos, ignorantes e irracionales, antes muertos que humildes; lo dijo Napoleón: “la envidia es una declaración de inferioridad”.
¡Ánimo ingao…!
Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz
Como el final fue feliz, el DJ les manda esto:
