CinergiaDestacado

DOWNTOWN ABBEY

Comparte

 

 

 

(Michael Engler, 2019)

 

Por: Manuel Duran

 

Últimamente hemos sido testigos de una fuerte necesidad de darle un final en la pantalla grande a historias que comenzaron en la pantalla chica y hogareña que es la televisión, sin embargo, la pregunta que irremediablemente nace a partir de estas películas que se anuncian como un final esperado por el mundo a las historias que nos tuvieron en la orilla de nuestros asientos por años es: ¿era necesario? La respuesta a esta pregunta es la que cada espectador decida, el ejemplo más grande que tenemos en el cine contemporáneo es El Camino, la película continuación a Breaking Bad, que, para ciertas personas, fue innecesaria y mala en general, y para otras, un final digno a la historia.

 

En este caso Downtown Abbey es la continuación a la serie homónima que dejó la pantalla en el 2015, para regresar este año con una nueva aventura para la familia en foco de la historia.

 

La historia de Downtown Abbey gira en torno a la familia Crawley, una familia de grande riqueza que tiene a su cuidado una enorme cantidad de territorio en el terreno campesino de la Inglaterra del siglo XX. En esta ocasión la situación que acecha la comodidad de la familia es la promesa de una visita por parte del rey y la reina de Inglaterra a la morada de los Crawley, lo que llena de honor a la casa, sus habitantes y sus empleados, aunque también los pone nerviosos y tentativos esperando agradar a los máximos mandatarios del reino.

 

Adelante en la historia se les comunica a los personajes que la casa funcionará simplemente con fines de hospedaje para la realeza y su equipo, así comienza la lucha de los habitantes de la casa por servir y conocer a la realeza que se ve combatida por el equipo real que está para servir de la manera en que a los reyes les complace.

 

La película funciona como un capítulo largo de la serie y una carta de amor de parte de los personajes hacia la casa, su familia y su reino. Es una película graciosa gracias al carisma de los personajes y el humor británico tan blanco e inocente que vuelve inesperados los pequeños chistes con intención propios de todas las familias.

 

Esta es una película familiar para la cual no es necesario ver la serie completa para disfrutarla, sin embargo, se vuelve un placer más grande reencontrarse con sus personajes queridos y extrañados después de tanto tiempo. Divertida y ligera esta es una opción familiar sin intención de ser polémica ni revolucionaria, al contrario, en la manera más tradicional y monárquica de hacer una película aterriza esta producción que llega objetivamente a entretener.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *