DULCE TRISTEZA
Pedro Peñaloza
“Vivir es llegar y morir es volver”.
Lao-Tsé
Otra vez, aquí estoy. Aquí estamos Pedrito.
Sedientos de ti. Con tu vacío, con nuestro dolor.
Con tu imagen.
Caminamos para buscarte, deseamos verte, tocarte, besarte.
Caminamos.
Respiramos, te olemos, te aspiramos,
te añoramos; te paseas en nuestros sentidos.
Nos negamos a estar sin ti, pero estamos contigo.
Te vemos sin verte
Te imagino. Toco tu rostro y sonríes.
Me besas y descubro lágrimas.
Las bebo y despierto.
Constato mi fragilidad, mi inmensa
vulnerabilidad y mi anémica capacidad
para estar sin ti.
Corroboró que el tiempo no cura heridas,
las transforma, las distribuye en la piel,
las fusiona con el presente,
las convierte en inquilinas del alma.
Y ahí perviven.
Nos desplazamos del ayer al hoy,
y nos quedamos con tu imagen;
con esa alegría contagiosa, y ese
rostro y esa fragilidad para encarar
la vida.
Te invoco, te recreo y me avoco
para traerte, y descubro que no te
has ido, que te metes por las ventanas,
por los orificios de las puertas.
Que te sientas en la sala y me
jalas los pies y que te acurrucas
con nosotros y nos abrazas.
Y me preguntó, ¿cómo te gusta vernos
en tus incursiones terrenales?
Y sé que no sería con tristeza.
Por eso, hoy a 13 años de tu partida
momentánea, te informo que vivimos
en la tristeza dulce de tu recuerdo.
Con la mixtura del dolor y el amor;
en la frontera del insomnio
y la pesadilla; en el desafío de morir
para abrazarte o el de vivir para imaginarte.
Aquí están conmigo Emiliano, Esteli, y Elenita,
mis oxígenos; y todos los que te
amamos, sinceramente para gritar
que te fuiste para hacernos vivir.
Seguimos en contacto hijito.
Espero que la leas.
pedropenaloza@yahoo.com