Editorial
Mary Paz Monzón Rojas
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”.
Benjamín Franklin
Iniciamos la semana con una agradable noticia, publicaremos, a manera de homenaje a El Filósofo de Güemez, al recibir un correo que a la letra dice “Seguiremos compartiendo con ustedes, el extenso legado que nos dejó por medio de sus textos. Nuestra intención es continuar su tarea de difundir la cultura popular a través de sus narraciones con su peculiar manera de ver la vida, con su característico sentido del amor y del humor que nos dejan siempre una enseñanza». Es parte del contenido un correo que nos envían, de Ciudad Victoria, Tamaulipas, seguramente familiares o amigos de Ramón Durón Ruiz. Claro, reiniciamos desde ahorita, con gran gusto.
Versión para radio:
Iniciaron las vacaciones de verano, los niños afortunados irán a talleres artísticos, deportivos. Se rompe la rutina escolar después de asistir disciplinadamente al colegio, uniformados, limpios, bien peinados y un calzado brillante, esa disciplina que se convierte en buen hábito como la puntualidad, el respeto a compañeros y profesores. Alumnos debieron cumplir con tareas en casa, trabajos en equipo, exámenes y otras actividades que conforman su programa de enseñanza. Esos reforzamientos de buena conducta que se aprenden en casa son necesarios para agilizar el aprendizaje de las asignaturas me contaban maestros de la región. Quienes también se ganaron su descanso para regresar a las aulas con bríos y pasión por su noble profesión, urgente tarea en nuestro país.
Es inaplazable regresar a clases con un clima de tranquilidad que brinde al magisterio garantías laborales, mejoras en su centro escolar, materiales educativos modernos que puedan competir contra las tecnologías del entretenimiento, aplicaciones para aparatos electrónicos que significan riesgos en la educación de nuestros jóvenes. Y los profesores puedan desarrollar todo su potencial pedagógico para involucrar, inspirar y contagiar el gusto por el aprendizaje, la curiosidad de descubrir el mundo los secretos del campo, los mares y montañas, el cuerpo humano, a través de la ciencia, la literatura, la historia y el resto de las disciplinas. Conducta que se pueda observar cuando los alumnos desarrollen el gusto de asistir a la escuela confiados en que es un espacio amigable, seguro donde puede jugar con los amigos y aprender jugando con compañeros y maestros.
Utopía, seguramente. Pero, no imposible porque este fin de cursos afortunadamente escuché a profesores con estas mismas ideas, hombre y mujeres que en este ciclo escolar, una vez más, se entregaron dentro y fuera de las aulas con pocos recursos destacaron en concursos nacionales, en competencias educativas, deportivas y culturales, dieron lustre al municipio su labor se vio recompensada con el respeto de sus alumnos reconocimiento de padres de familia. La labor docente tiene que estar dentro de las máximas figuras de la sociedad debe ser reconocido y recompensada por todos y todas, iniciando con salarios superiores que dignifiquen la profesión y permitan que los profesores no corran de una escuela a otra de un turno a otro para completar los gastos familiares. Estas demandas deben ser de la sociedad, nosotros debemos exigir su cumplimiento.
Mientras tanto, nos llena de satisfacción el esfuerzo de los graduados de las escuelas de Coatepec y la región, de los que acceden a otro nivel educativo, de los que pasaron año, de los que ganaron premios y reconocimientos al mérito. A sus maestros, directivos, padres de familia quienes vivieron durante la semana ceremonias que resumen disciplina, esfuerzo y aplicación. Que estos eventos signifiquen un paso hacia la construcción de familias sólidas capaces de convivir en la armonía, llenos de afecto. La construcción de ciudadanos responsables, respetuosos y comprometidos con su entorno. Felicidades a todos ellos y como un reconocimiento a su labor durante los próximos números se publicarán fotografías de egresados. Confiamos ciegamente en todos ellos, porque dudamos, que el anuncio del día de hoy del nuevo modelo educativo y propuesta curricular, presentada por el titular de la SEP, Aurelio Nuño, trascienda más allá de bengalas festivas. Parece más consigna política de reconciliación que mejore la percepción ciudadana del actual gobierno.