EL ACTO DE ESCRIBIR, SEGÚN RENÉ SÁNCHEZ GARCÍA
EL ACTO DE ESCRIBIR, SEGÚN RENÉ SÁNCHEZ GARCÍA
Por Luis Gerardo Martínez
García
No es común que un profesor además dedique parte de su tiempo a escribir y
menos aún a publicar por el placer de hacerlo; René Sánchez García es de esos
casos de excepción. Ahora, por si fuera poco, financia sus propias
publicaciones. Su trayectoria da cuenta de casi cuatro décadas dedicado a las
letras. Editor anónimo de muchas revistas especializadas, algunas de ellas
universitarias. Lector asiduo y comprador compulsivo de libros. Lo pedagogo y
lo antropólogo forjaron su temple de escritor crítico y comprometido con su
pensamiento. Hoy cronista no autorizado de Coatepec se ha dado a la tarea de
rescatar la gente, las calles, la filosofía y la historia de esa ciudad
encantadora.
Escribir es una de sus dos grandes pasiones, la principal es su familia.
Profesor de profesión y escritor por afición tiene casi ocho años jubilado de
la docencia, pero no de su actividad constante como escritor e impulsor de más
de una docena de publicaciones, entre la que destaca Sin Recreo, revista
especializada en educación. René Sánchez García tiene varias constancias que
dan cuenta de sus triunfos en concursos de ensayo, ganados a base del buen uso
del lenguaje.
Recientemente platicamos sobre el acto de escribir. Acompañados de un café de
olla, me compartió su punto de vista en una charla por demás aleccionadora. Con
esa sencillez que solo un intelectual de su altura puede demostrar, entramos en
materia. Lo cito textualmente para rescatar su aporte ideológico y
metodológico.
LGMG. – ¿Qué significa escribir?
RSG. – Considero que leer no es sólo interpretar un texto, ni escribir
significa representar las ideas por medio de signos. Leer y escribir son dos
habilidades que se adquieren por medio de procesos cognitivos o de la mente.
Escribir es parte del arte de la literatura, donde se requiere de una buena
dosis de creatividad, talento, imaginación, sensibilidad, pero sobre todo, de
una destreza especial en el uso del lenguaje. Un cuento, una novela, un poema,
una pieza de teatro, un artículo, un ensayo o una ponencia son ejercicios de la
imaginación, donde el autor plasma con palabras sus ideas, sus sueños, sus
deseos y hasta los demonios que lo persiguen. No se trata de una mera sucesión
de palabras engarzadas en un discurso. Es algo más complicado que tiene que ver
con el funcionamiento de los procesos mentales que intervienen en la conducta
humana.
LGMG.- ¿Cuáles son las razones para
escribir?
RSG .- Los lectores y escritores se hacen desde la cuna y no desde la escuela.
Los procesos de la lectura y la escritura se llevan a cabo en un contexto
social y los lectores aprenden a emplearlos según los modos y funciones de esos
contextos que tienen propósitos y fines específicos. Luego entonces existen
cientos de razones para escribir. El placer que siente un niño cuando alguien
le lee un cuento, o bien la experiencia única que vive cuando él mismo lo lee,
es exactamente el gozo que experimenta cuando escribe, pues en su texto ve
reflejado lo que percibe del mundo. Porque cada vez que leemos o escribimos,
descubrimos nuevos rasgos de un mundo particular. Como bien lo expresó Delia
Lerner en su libro Leer y escribir en la
escuela: «leer y escribir son instrumentos poderosos que permiten
repensar el mundo y reorganizar el propio pensamiento”.
LGMG.- ¿Para qué escribir fuera de la
escuela?
RSG .- De una u otra manera los textos oficiales y los profesores reproducimos
desde el jardín de niños hasta el bachillerato parte de la ideología del
Estado, misma que en este momento responde a los intereses capitalistas,
neoliberales y de libre comercio. En el mundo y México han venido modificándose
las prácticas lectoras, gracias a infinidad de investigaciones generadas en el
seno de las universidades y otros espacios, lo que ha traído como consecuencia
ver a la escritura desde novedosos espacios, procesos, experiencias, reflexiones,
contextos teóricos y dinámicas culturales distintas. La lectura, la escritura y
la educación, entendidas como prácticas culturales, configuran hoy una relación
compleja que invita a ser pensada en presente y a futuro desde nuestra
responsabilidad docente y desde la emoción de enseñar a leer y escribir a
otros. Cuando aprendemos a leer y escribir desde otras perspectivas, vamos
todos a reconocer la verdad cuando la oímos y vemos en obras de otros y no en
la nuestra.
LGMG.- ¿Escribir y publicar van de la
mano?
RSG .- Hace muchos años se contaba únicamente con la prensa escrita y la radio.
Después vino la televisión y las grabaciones de audio. Últimamente los espacios
de la Intenet y los videos. Es cierto, se multiplicaron los espacios para
publicar por escrito nuestras reflexiones y puntos de vista acerca de la
cultura. Lo cierto es que casi todos los espacios pertenecen a la iniciativa
privada y es muy difícil encontrar cabida. Las revistas y periódicos
universitarios son escasos y están controlados por quienes tienen el poder en
los centros de investigación o de cultura. En igual circunstancias están las
publicaciones del sector público como el Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes y el Instituto Veracruzano de Cultura, entre otros. Publicar de manera
independiente resulta costoso financieramente. Queda sólo asociarse y compartir
gastos de impresión y distribución.
LGMG.-¿Qué escribir en tiempos de crisis
de libertad?
RSG.- Si se lee con atención la historia contemporánea de nuestro país encontraremos
como una constante que la libertad de expresión ha sido siempre bastante
limitada; sin embargo, el deseo de expresar las ideas continúa. Antes los temas
parecían ser los mismos, ahora con la postmodernidad y los medios tecnológicos
novedosos de comunicación, los temas de interés se han multiplicado. Quienes
hace 10 años sólo escribían de política, ahora hablan y publican textos sobre
la defensa de nuestro planeta. Quienes gustaban únicamente de la poesía, ahora
lo hacen sobre valores y los derechos humanos. Aunque hay una verdad que hay
que resaltar y que la podemos comprobar en el libro Sobre Escribir de Francisco Segovia: ya nada escrito es original,
todo es sobre escrito, esto es, se escribe sobre lo ya escrito.
LGMG.- ¿Hasta dónde compromete escribir?
RSG.- Escribir es un oficio, pero hay que aprenderlo; pero más aún, crearlo. El
escritor nunca debe sentirse satisfecho con lo que hace; siempre debe soñar y
apuntar más alto. No debe seguir los estilos de otros escritores; debe ser
siempre original en todo lo que escribe y hace. El escritor que recibe dinero
se compromete, al igual quien recurre a una Fundación para que lo subsidien
mientras escribe. Debe defender y conservar sus espacios de libertad, siendo el
único compromiso sus lectores a quienes se dirigirá con objetividad y
veracidad. Quien cita en su trabajo escrito: nombres, fechas, lugares y hasta
diálogos reales, va directo al suicidio. Es por ello que los grandes no solo
utilizaban nombres falsos y argumentos fantasiosos, sino también metáforas,
ironías, sátiras y hasta un fino humor. Bien lo dijo el escritor Juan Carlos
Onetti: “Nunca escribí para pocos o muchos; siempre escribí para mi, dulce
vicio que no castiga el Código Penal”.
En síntesis, esto es lo que platicamos. Tarea nada fácil sintetizar una charla
extensa y profunda. El maestro René tiene claro que escribir no lo hará rico,
pero si grande como ser humano, comprometido con su sociedad. René Sánchez
García nos adeuda una plática más sobre su labor como editor. Y a él le
adeudamos un reconocimiento mayor como escritor.
(Portal Revista Sin Recreo, 17.04.2013)