EL ATARANTADO… ¡HUELE A GAS!
EL ATARANTADO… ¡HUELE A GAS!
Por Edgar Hernández*
Luego de seis años de
torpezas, corrupción y un pésimo gobierno, la presidenta Sheinbaum toma la
“sabia decisión” de entregarle a Cuitláhuac García el Centro Nacional de Gas
Natural, posición clave para la seguridad energética del país.
Los veracruzanos nos libramos
de un atarantado, el país, sin embargo, se echa al pecho a un improvisado
-pagándole un salario de 171 mil pesos- que, a no dudar, a las primeras de
cambio habrá de dar un serio dolor de cabeza a la federación.
Veracruz, nuestro Veracruz,
que siempre aportó lo mejor a la federación -ocho presidentes de la república,
patriotas que a lo largo de la historia defendieron con su vida a la república,
exponentes de la cultura, la música, la ciencia y la medicina, sin descontar
una permanente veta de políticos mínimo seis secretarios de estado por régimen-
hoy, gracias a Morena solo estamos en capacidad de exportar basura.
Cita la prensa nacional que lo
de Cuitláhuac es una obra maestra de la improvisación.
Y no le falta razón.
Ponerlo en un puesto clave
para la seguridad energética del país, a pesar de carecer de experiencia en el
tema –“pero es ingeniero”, se justifica Sheinbaum- e inventarle una trayectoria
de “amplia experiencia en el sector energético” de parte de la secretaria de
Energía, Luz Elena Escobar García, no es un craso error, es una burla.
“México con apenas 2.4 días de
reservas de gas natural, está al borde del colapso energético si algo sale mal,
sean fenómenos naturales, tensiones internacionales o hasta un simple mal
cálculo”, aseguran los expertos que observan en el ingeniero en salsa y tacos
de tripa gorda al peor exponente de la improvisación.
Que bueno que al atarantado lo
copte la federación, que malo que sea lo peorcito lo que exportamos.
A Veracruz el “ex” le dejó
serios pendientes de entrega de malas cuentas, una deuda de 86 mil millones de
pesos, desvíos por más de 6 mil millones por subejercicios, 227 empresas
fantasma con malversaciones por 3 mil 617 millones, una inseguridad galopante,
una herencia política que va a estar cañón la libre el nuevo gobierno y una
alianza con el crimen organizado -siete Cárteles- que va a estar complicado
combatir y desterrar.
A la nueva administración le
deja además una plasta de maquillaje para ocultar al ejército de funcionarios
del pasado que se niegan a dejar la ubre, a grupos familiares en donde llevan
mano los del gobernador saliente y muchos muertos y desparecidos sin aclarar.
Del peor gobernador que ha
tenido en su historia Veracruz mucho se seguirá hablando, ahora a nivel
nacional, ya que para librarse de esa costra que antes de llegar a la gasera ya
apestaba, va a estar difícil.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo