EL BOLA #8, SE INSUBORDINA Y AGREDE AL SECRETARIO DE GOBERNACIÓN DE AMLO
EL BOLA #8, SE INSUBORDINA Y AGREDE AL SECRETARIO DE GOBERNACIÓN DE AMLO
Por Edgar Hernández*
Este invento de Morena nunca fue
visto en tierras veracruzanas.
Poco se sabe de su familia
(hijo de padre golpeador), un resentido social sin obra profesional, legado o
trayectoria política.
Su fama pública se debe a sus
pillerías en la universidad de Baja California y esa necia proclividad a la
transa y carecer de escrúpulos con tal de meterse unos billetes o dar un paso
más en el escalón del poder.
El Bola #8, como el viento, un
mal día, allá por el 2018, llega a Veracruz bajo el amparo de Rocío Nahle, para
encaramarse como el segundo del gobierno de Cuitláhuac García.
Es ahí, en ese infausto momento
cuando empieza la leyenda negra.
Agrio de carácter y sin
valores ni ética, asume pactos inconfesables sin salirse de la línea la
política nacional de aliarse con el crimen organizado, pero no con cualquier
Cartel, sino el de los chapitos.
Violento, de pocas palabras y
muchas amenazas, periodistas incluidos, y siempre rodeado de puro malencarado empistolado
y, como buen macho acomplejado, invariablemente acompañado de una pléyade de
odaliscas, algunas ya muy aplaudidas, a las que premia con largueza con dinero
y puestos de relevancia en el gobierno.
Sus alcances, aparte de
ejercer una poderosa influencia sobre un debilucho sin carácter como lo es
Cuitláhuac, se extiende a las áreas responsables de la procuración de justicia
hasta donde llegan sus dotes amatorias, el resto del gabinete se cuadra, como
debe de ser, y se pasa por debajo del ombligo el 145 constitucional que habla
del municipio libre
Ya mismo, Bola #8, es considerado
dueño de vida y haciendas.
Asentado en Coatepec y
amparado por el crimen organizado, este célebre morenazo finca su enclave de
poder lo cual le permite -desde fuera estando dentro- tender importantes redes
de negocios ilícitos.
Así, a la mala, se ha
convertido en el más importante proveedor del gobierno… y de los 212
municipios.
Amo y señor de los contratos
de obra, proveedor de bienes materiales, de papelería de oficina, venta y renta
de equipo y todo tipo de insumos, es asimismo acreedor a las cuotas por derecho
de piso.
Siempre tiene abierto el cajón
del dinero sin comprobar de la Secretaría de Gobierno, recibe moches de la
clase política afín y de los servidores públicos tramposos y rateros que para
sobrevivir tienen que salpicar.
Ese es su poder financiero y
alcance político.
El legendario Bola #8 sabe,
sin embargo, que es flor de un día, perdón, que es artiga sexenal y que si las
cosas no salen como espera, necesita un blindaje, un fuero que lo saque de
Veracruz y que si gana la oposición no lo metan a la cárcel o le revivan hechos
de sangre en los que repetidamente ha sido involucrado.
Hay muchos que le traen ganas.
El Bola #8 es de los que juega
fuerte, de hecho, se excede y en aras de defender a la patrona ha cometido
serios agravios y errores de gran calado como el registrado en días pasados en
contra del segundo de a bordo, pero a nivel república, el secretario de
Gobernación, Adán Augusto López.
El responsable de la política
interior es eso, un secretario -el más importante- del presidente de la
República. Es quien acata el mandato de jefe del ejecutivo y no mueve una sola
pieza del ajedrez político sin la venia del señor.
En días pasados este alto
funcionario vino a Veracruz a dejar un mensaje de inclusión política en favor
del diputado Sergio Gutiérrez Luna, en pocas palabras, vino a “destaparlo” como
candidato de Morena a la gubernatura.
Bueno, pues esa lectura tan
simple que no fue más que una orden presidencial, se tradujo en que el Cuícaras
se fuera al día siguiente a la ciudad de México a llorar con la comadre de
Nahle, la corcholata Claudia Sheinbaum y encargarle al Bola #8 dar respuesta al
enviado presidencial.
“Algunos quisieran regresar a
ese pasado turbio y oscuro; por eso se reúnen con personajes muy cuestionados
en Veracruz”, expresó el secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos
refiriéndose directamente a Adán Augusto López Hernández y al Diputado Federal
Sergio Gutiérrez Luna”.
¿Por qué tal atrevimiento?
Hay quien interpreta esa
indisciplina como reflejo del estado de debilidad que vive López Obrador en el
ocaso de su gobierno, lo cual resulta poco probable.
Hay quien sostiene, sin
embargo, que el mensajero no debió ser él, ya que si alguien tiene un “pasado
turbio y oscuro” es precisamente él.
La otra lectura es que Nahle
se jugó el todo por el todo utilizando a su brazo armado, el Bola #8, para
descomponer el juego sucesorio en Veracruz, tercera reserva electoral de la
república, a sabiendas de que, si alguien tuviera que pagar los platos rotos no
sería ella.
El punto es que en las últimas
horas ha corrido la versión de que habrá cambios en el gobierno, cambios que
permitirían una sucesión aterciopelada en favor de Gutiérrez Luna.
Y al estilo de estos bárbaros,
el Bola #8 será crucificado, lapidado públicamente.
No habrá compasión contra
quien sería implicado por el asesinato de la alcaldesa de Jamapa, Floricel Ríos.
Tampoco libraría responsabilidad en la ejecución de otra edil, la de Mixtla de
Altamirano, Maricel Vallejo Orea.
Y en los ilegales
encarcelamientos de Pasiano, Rogelio Franco, Del Río Virgen y el secuestro de
Gregorio Gómez Martínez, candidato a la alcaldía de Tihuatlán.
Le habrán de desenterrar el
testimonio de la magistrada Presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Sofía
Martínez Huerta, amenazada de muerte por Eric Cisneros, lo cual obligó su
renuncia al Poder Judicial y refugiarse en Puebla donde muere.
Las atrocidades cometidas
recientemente en Sayula de Alemán en donde quedó al descubierto la complicidad
de Cuitláhuac y Eric, al darse a conocer que la alcaldesa negoció con la
delincuencia y a pesar de ello la protegen.
En fin, son muchas las
pillerías por las cuales, en otras circunstancias, no tendría por qué rendir
cuentas, salvo ahora que su destino cambió al subírsele a las barbas al segundo
de López Obrador, que pesa más que Nahle, el Cui, Claudia y este pobre gordo.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo