ESPECTÁCULOS

EL BRUTALISTA: UN VIAJE LARGO Y LLENO DE EMOCIONES

Comparte

EL BRUTALISTA: UN VIAJE LARGO Y LLENO DE EMOCIONES

 

Rodolfo G. Zubieta                               

Agencia Reforma

 

Ciudad de México, 6 febrero 2025.- Épico, a.: Perteneciente a la epopeya o a la poesía heroica. Éste es un adjetivo con peso y cadencia. Incita a la admiración, y también, quizá, a la suspicacia. ¿Cómo designar qué es épico y qué no?

 

 Llega una cinta con una estela especial: El Brutalista.

 

Estados Unidos, años 40. Lászlò llega, hambreado y ojeroso, a Filadelfia, donde vive su primo. La adaptación no es fácil: un país e idiomas distintos, una nueva realidad económica y mercantilista. Este sobreviviente de los campos de concentración, está a punto de encontrar un camino.

 

 La cinta de Brady Corbet tiene un aire de grandeza y solemnidad desde sus primeras tomas, cuando nos introduce en la existencia de este arquitecto húngaro que debe resetearse y aprender a sobrevivir, cuando el mundo que conocía, desaparece.

 

El filme recrea el ambiente en los Estados Unidos en la época posguerra de una forma lúcida y realista, sin notas de anacronismo o falsedad. Hay un aspecto casi táctil en la reproducción de esos años.

 

 La fotografía alterna entre planos cercanos y sofocantes, de intimidad incómoda, a otros abiertos, majestuosos, inolvidables que muestran a gran escala las encomiendas del brillante artista que es el protagonista.

 

 Interesante que, ya sea de cerca o de lejos, prevalece una intensidad narrativa que también se aprecia en los diálogos; no hay una sola palabra desperdiciada.

 

 Protagónicos y secundarios hacen una mancuerna prodigiosa: Felicity Jones como Erzsébet, la esposa de Lászlò; Alessandro Nivola como el primo desarraigado; un Guy Pearce extraordinario, como el sanguíneo, presuntuoso y desbordado magnate, ambicioso y vulgar.

 

Y ahí, en el centro, el creador: Adrien Brody en un rol que le queda como anillo al dedo: escuálido, tortuoso, con un ánimo creador y destructor, en el que confluyen el orden y el caos, la vida y la muerte.

 

 Salimos de esta larguísima cinta (atentos: son casi cuatro horas con todo e intermedio) con la impresión de que han pasado años. Se agolpan las emociones: lástima, admiración, repudio, asombro. Un traslado portentoso del que no salimos iguales. Aquí sí, el adjetivo es perfecto: fue un viaje épico.

 

EL BRUTALISTA

 Cuatro estrellas

 Dirige: Brady Corbet

 Actúan: Adrien Brody, Felicity Jones, Guy Pearce

 Duración: 214 min.