EL BURRO EN REVERSA (I)
EL BURRO EN REVERSA (I)
Por Héctor Guerrero
Que podemos decir del espectáculo que nos
regaló “la esperanza de México” durante el proceso de elecciones internas del
fin de semana pasado donde militantes de Morena participaron en la realización
de asambleas distritales, para elegir a los coordinadores distritales del
partido.
Así se realizaron 300 asambleas distritales en
todo el país, con 345 centros de votación, para comenzar con la renovación de
los órganos de dirección de este partido político a nivel estatal y nacional,
para que, posteriormente elijan consejos estatales y estos sufraguen para la
creación de Comités Ejecutivos Estatales este fin de semana próximo y también
serán delegados al III Congreso Nacional de septiembre, donde finalmente se
decidirá a los nuevos integrantes de su Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Así
que esto es tan solo el principio.
De verdad que no hubo sorpresas, no hubo
decepción, todo salió como se esperaba, no decepcionó a sus detractores, pues
se anticipaba un zafarrancho ni tampoco lo hizo con sus fanáticos.
Para quienes no somos ni lo uno, ni lo otro,
fue un espectáculo a lo grande y, también he de confesarles, tampoco me
decepcionó.
¿De dónde íbamos a esperar una elección
ejemplar? Una elección donde el partido del régimen diera cátedra de cómo se
debe realizar un proceso electoral y lo que podríamos esperar en caso de que
ellos tomaran el control del INE, o acabar con él para crear el suyo.
Ya vimos intimidaciones a personas de la
tercera edad con el miedo sembrado de que si no acudían a votar, perdían su
dádiva, boletas falsas, robo y destrucción o quema de urnas y papelería
electoral, embarazo de urnas, broncas callejeras, acarreos descarados, compra
del voto, conatos de violencia, intervención de funcionarios públicos o uso de
recursos públicos, distribución de papeles para “orientar” el voto, además de
remover a escrutadores para que no dieran parte… lo mismo de siempre, está en
su naturaleza.
Podemos declarar, oficialmente “la guerra de
las corcholatas”, en esta galaxia muy, muy cercana…
Pero lo mejor de todo son las explicaciones de
como todo este cochinero está más que justificado, comenzando por su máximo
líder que nos recuerda aquella frase célebre de los que ¨robaron poquito”
“Y hubo todavía ese tipo de prácticas pero en
muy pocas casillas, no se generalizó, no es como los opositores, conservadores
hubieran querido”, aseguró el mandatario, pese a denuncias en redes sobre
irregularidades en varios estados del país…”. O sea sí, pero poquito.
Luego, el otro lacayazo de López, Mario
Delgado, hijo pródigo del ITAM, ex aspiracionista e iluminado por la gracia de
nuestro señor Andrés Manuel, dijo que,
con todos los elementos que mencioné anteriormente y que están perfectamente
documentados, destacó que la jornada fue cívica y ejemplar, de los disturbios,
no le echó la culpa a Calderón, pero no podemos descartarlo tampoco…
“Tuvimos incidentes, tuvimos provocadores.
Tuvimos gente que llegó directamente a tratar de interrumpir la votación, de
quemar una urna, de robarse las urnas. Pero eso no tiene nada que ver con
nuestro movimiento”, pues dijo que en diferentes hechos “personajes ajenos
llegaron con esa intención, con la intención de dañar nuestra imagen…”. Desde
luego que no se descarta a Calderón.
La corcholata del grupo Tabasco fue quien más
votos recibió en el Distrito IV de su estado, lo que le aseguró ya su posición
dentro del partido para encarar los procesos que vienen.
Por cierto en Tabasco, también agarraron su
“espinita de pejelagarto”, José Ramiro López Obrador; y el tres veces candidato
a la gubernatura y actual delegado con función de presidente estatal de Morena
en el estado de Morelos, César Raúl Ojeda Zubieta.
La corcholata favorita y copycat de Andrés
Manuel, Claudia Sheinbaum, vio con esos ojos que sólo ven luz donde hay
oscuridad, también purificados por la venia bendita de su patrono mesías, una
elección pacífica y ordenada.
“Yo creo que en general, por lo menos mi
percepción y de lo que tengo información, lo que me informaron y lo que yo viví
cuando fui a ejercer mi derecho, a votar, fue en realidad una gran
participación, una participación masiva en la ciudad, no tengo todavía el dato
de cuántos participaron, pero fue una participación masiva, y en general,
pacífica, ordenada…”
No sé de cuál elección habla, a lo mejor porque
vio votar a niños pensó que había paz, o los videos de quema de urnas pensó que
era una fogata de convivencia que armaron los camaradas “espontáneos”, en fin,
Claudia siendo Claudia.
Y la tercera corcholata que está jugando fuera
del tablero, igual que Monreal, es Marcelo Ebrard, quien por más maromas que
haga, no será nunca del agrado de su mesías, pues luego que se puso rejego con
lo de piso parejo, recibió su reprenda en la conferencia mañanera, pues le
dejaron muy claro que eso de pedir “piso parejo” es pura politiquería.
Así que el canciller, solo se afilió al partido
sin ruido y con muy poquititititas y pequeñitas nueces.
Está claro que el peor enemigo de Morena es
Morena, es su peor adversario que le va a jugar al tú por tú y de todas todas,
la oposición es lo que menos le preocupa.
El pleito es dentro, se están dando con todo y
contra todos, con tal de defender sus posiciones,
Estamos en el país donde no pasa nada, en el
partido que no pasa nada y montados en un burro en reversa.
La guerra de las corcholatas arranca
oficialmente, habrá espectáculo para rato.
El circo decadente, el montaje de la elección
interna continúa, los cuervos y los loros se seguirán arrancando el plumaje,
para que todo termine con quien diga el presidente, con el dedazo, como
siempre.
La pregunta hoy es… ¿De verdad sigue siendo
Claudia?
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero