EL CONGRESO NO APROBARÁ LA CUENTA PÚBLICA 2021; DELIA DEBE IRSE
EL CONGRESO NO APROBARÁ LA CUENTA PÚBLICA 2021; DELIA DEBE IRSE
Por
Edgar Hernández*
Al
quedar al descubierto la cloaca que impera en ORFIS en donde el tráfico de
moches alcanza los mil millones de pesos, el Congreso del estado adelanta que
no aprobará la Cuenta Pública 2021 que registra un daño patrimonial superior a
los 3 mil 299 millones de pesos.
El informe de ORFIS, ha resultado ser uno de los más
polémicos que se ha entregado al Congreso local, ya que se da en medio de
acusaciones de presuntos «moches» de parte de
asesores para «limpiar» Cuentas Públicas, y
contratación de despachos irregulares.
Pone al mismo tiempo al
borde de la renuncia a la auditora general del organismo Delia González Cobos,
quien ante el cúmulo de evidencias en contra, se defiende señalando que los
responsables de la corrupción en ORFIS son los recomendados de Morena que le
fueron impuestos.
El cínico reconocimiento
no solo agrava la situación, sino que confirma la descomposición administrativa
en el organismo que encabeza.
Ya incluso su propia
defensora en el Congreso, la diputada Citlalli Hernández Careaga, del Verde,
quien dejó un pendiente sin comprobar de casi 11 millones de pesos cuando fue
alcaldesa en el municipio de Tamiahua y fue perdonada por Delia, le retiró el
apoyo.
En igual sentido se han
manifestado internamente el Secretario de Gobierno, Eric Cisneros al igual que su
mecenas Eleazar Guerrero, Subsecretario de Finanzas, quien sacó las manos del
fuego.
El propio Presidente de
la Junta de Coordinación Política del Congreso del estado, Juan Javier Gómez
Cazarín se ha negado a recibir a Delia hasta que no se tenga el dictamen final
de sus irregularidades de parte de la Comisión de Vigilancia.
Será el pleno del
Congreso el que convoque a su retiro de ORFIS y la Comisión de Vigilancia la
que interponga las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General del
estado.
Esta determinación se
produce luego de recoger el testimonio documental de al menos 30 de 34 alcaldes
salientes que comprueban que presentaron en tiempo y forma, sus estados de
cuenta ante ORFIS quien para consumar sus transas decidió archivarlos para en
la víspera exigir el cooperas o cuello.
Las cuotas o moches a
alcaldes eran según el sapo la pedrada. Iban de 300 mil a un millón de pesos promedio.
Uno de los casos más
grotescos se dio en Jesús Carranza en donde debido al encarcelamiento del edil
Pasiano Rueda y quedar al frente de la alcaldía su suplente Enrique Cruz Canseco,
ORFIS decide entrar al quite.
Envía a sus operadores
para recomendar a Cruz la contratación de un despacho externo que limpiaría las
cuentas cobrándole 2.5 millones de pesos, pero cuando Pasiano retoma la
alcaldía meses después, de nuevo se presenta ORFIS para recomendar otro
despacho de auditores con la misma tarifa de 2.5 millones de pesos.
ORFIS ha manifestado que
los 212 ayuntamientos tienen observaciones y que en 34 entes estatales
se presume daño patrimonial.
Por la Fiscalización
Superior de la Cuenta Pública se emitieron 3 mil 290 observaciones.
133 observaciones fueron en contra de entes estatales, por un monto
de 189 millones 899 mil 820.84 pesos.
Durante el proceso de
Fiscalización fueron practicadas mil 012 auditorías algunas de ellas bajo
sospecha por los moches que exigían los enviados de ORFIS, lo cual dio lugar al
despido del Director Jurídico de ORFIS,
Felipe de Jesús Martín Carreón, destapando la cloaca de corruptos ahí
incrustados entre los que destaca Gerardo de la Fuente Rivera, Subdirector de
Auditorías a Municipios.
De
parte del Congreso también hubo limpia.
El
diputado moreno Luis Arturo Santiago Martínez, raterazo consumado y presunto
cómplice de Delia, fue relevado quedando como presidente de la Comisión de
Vigilancia, Rafael Gustavo Faranoni Magaña, también representante de Morena.
Fueron millones de pesos los que se “palomearon” dando
lugar a actos de corrupción y tráfico de moches, así como la tosca maniobra de
entregar las cuentas municipales a despachos contables consentidos -RBA,
Contadores Públicos y Asesores y CARMO -cuyo propietario este último es Luis
Leonel Díaz Figueroa- todos responsables de maquillar las cuentas.
Las
quejas de la verdulera Delia González Cobos, por tanto, dejaron de resultarle la
tabla de salvación ante tanta evidencia de corrupción.
Tiempo
al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo