El Cuenqueño
Los Políticos
El Cuenqueño
¿Qué tal le caería una noche
inolvidable en un crucero con cena gourmet por 2 mil 138.01 pesitos por
persona, para este viernes 13 de agosto? ¡No! No le hablo de los promocionales
que está moviendo por redes El Cuenqueño. Es parte de un tour por el río Sena,
en París, por parte de la agencia de viajes Viator.
Sí, no hay lugar para la comparación
pero tampoco hay mala leche contra el proyecto de El Cuenqueño que en lo
particular, creo que inició al revés…
Todos estamos de acuerdo que
Tlacotalpan, sin lugar a dudas, es uno de los íconos más emblemáticos de
nuestro Veracruz por cualquier lado que se le mire… y aun con todo lo que
significa ser Pueblo Mágico, no termina por reventar como el centro turístico
que debe de ser. Muchas son las razones que se pueden citar, pero yo sólo
pondría una: la carretera para llegar a la Perla del Papaloapan. En carro
particular, velocidad moderada, del Puerto de Veracruz a Tlacotalpan se hace 1
hora 40 minutos aproximados. Conste. No hablo del conductor habitual que se
conoce el largo y ancho de la carretera, sino del aventurado turista que ha de
enfrentar baches y en una de ésas, hasta el ir cazando la oportunidad para
rebasar a un torton cañero.
Por otro lado, los habitantes de los
municipios de la Cuenca del Papaloapan que comprenden el tour de El Cuenqueño,
dejan en claro algo: este servicio no lo pidieron porque consideran que hay
otras prioridades que atender más que un trayecto por el río de las Mariposas,
como por ejemplo: suministrar de medicamentos esenciales los centros de salud.
Igual agregan, como yo, las carreteras
que en lo particular, es una de las razones principales para frustrar mis
intenciones de viajar a Tlacotalpan.
Otra demanda de los cuenqueños es la
urgente mejora en los sistemas de agua potable en los municipios. Ahora que si
las autoridades quieren hacer algo por el Papaloapan, los habitantes de la zona
piden que draguen el río y sobre todo, que inspeccionen las fábricas para que
dejen de tirar sus desechos al Papaloapan…
Bueno realmente no sólo son las
fábricas… como en muchos lugares de nuestro estado, el Papaloapan no escapa de
las cochinadas de la urbe y hasta del campo: de Tlacotalpan hasta Otatitlán hay
descargas de drenajes de baños, de criaderos de cerdos y desechos propios de
cada hogar.
Para el periodista Aldo Rodríguez
Camacho, el proyecto de El Cuenqueño podría ser rentable si se conecta de la
zona de yates en “El Dorado”, en la Riviera Veracruzana, donde se hizo el
muelle para Javier Duarte cuando Gobernador; entonces, El Cuenqueño navegaría
desde Alvarado con Alto Turismo hasta Tlacotalpan, “donde se cuenta con un
muelle de antaño y la infraestructura turística para alojar a los visitantes al
menos por espacio de varias horas, por sus atracciones”.
Para Aldo Rodríguez, incluir a Carlos
A. Carrillo, Chacaltianguis, Tlacojalpan y Otatitlán, es justicia turística,
pero no puede negar que dichos municipios quedarían a deber al turismo, “al no
existir condiciones de atracción para un turismo que pagaría un alto costo por
su viaje y que terminaría decepcionado”.
Para que no se sienta Bola 8, Aldo
Rodríguez igual sugiere armar un recorrido del Cristo Negro hasta la Isla de
Chacalapa… “Pero hay que generar condiciones de infraestructura en los pueblos
ribereños”.
Por cierto, el pasado 10 de agosto, el
mismo Aldo Rodríguez reportaba que en dos ocasiones, El Cuenqueño encalló
durante la grabación de promocionales; tanto en San Antonio, adelante de
Tlacojalpan, como a su llegada a Otatitlán, donde se ubica un banco de grava.
En conclusión: la idea de El Cuenqueño
es buena, muy buena, pero que inicia al revés… primero, hay que darle a los
habitantes de la Cuenca, de los municipios que comprenden el trayecto, las
condiciones y la infraestructura para mejorar su calidad de vida; luego,
posicionar a Tlacotalpan, porque no basta el título de Pueblo Mágico; y una vez
con esto, iniciar con el proyecto de un recorrido por un río en condiciones de
hacerlo un lugar turístico, empezando desde adentro, para irlo colocando afuera…
Mientras, como dice Aldo Rodríguez, El
Cuenqueño seguirá encallando…