EL CURATO
En los años treinta, Coatepec era una ciudad tranquila, segura; perfumada con el agradable aroma del Café y de los naranjos en flor.
La comunicación con Xalapa, era por medio de un tren de vía angosta -“El Piojito”- cuyo recorrido terminaba en Teocelo.
En esos años, la Escuela Primaria “Juan de la Luz Enríquez”, por falta de edificio, laboraba en el curato de la Parroquia con la anuencia del sacerdote, que interesado en la educación autorizó al Mtro. Juan Guillermo Alarcón Viveros, Director de la Institución, para que la escuela ocupara el inmueble.
Una mañana, el Mtro. Alarcón, recibió la visita del Supervisor de Primarias, Mtro. Joaquín Jara Díaz. Después de los saludos de rigor y bienvenida por los alumnos; el Supervisor pasó a la Dirección para revisar todos los aspectos del proceso educativo.
El tiempo transcurrió sin sentir y cuando se percataron “El Piojito” había partido ya, para Xalapa.
El maestro Jara Díaz, le solicitó al Director que le permitiera pasar la noche en el curato porque se había percatado de una habitación que podía servir para ese propósito.
El maestro Juan Guillermo, le ofreció su casa; pero él no aceptó, quería disfrutar del inmueble y de la hermosa fuente cantarina del patio central.
En la madrugada, el maestro Alarcón, escuchó unos golpes muy fuertes en la puerta de su hogar y unos gritos angustiosos:
– ¡Juanito!, ¡Juanito!
El maestro se levantó de inmediato, abrió la puerta: ¡Era el Supervisor!
-Juanito, me acaban de espantar en el curato.